Lo hizo una vez más. Chelo Arévalo sigue con buen pulso. Y, por segundo año consecutivo, logró la noche del sábado (en horario salvadoreño) clasificar a los cuartos de final del dobles, del Abierto de Australia (AO).
No solo eso, pasa por en un buen momento junto a Matwe Middelkoop (Países Bajos); y volvió a demostrar que, a pesar de que sus triunfos están siendo sufridos, tiene potencial para citarse en semifinales. Esto porque dos de sus tres partidos se han resuelto con dos tie-break, algo que no es casualidad.
El partido de octavos, por eso, no estuvo lejos de lo parecido que fue avanzar del duelo de primera ronda. Remontó y definió solvente, junto a su compañero, en tres sets. Sacó así triunfo por 6-7(4), 7-6(3) y 6-3, ante los tenistas kazajos Andrey Golubev (84 del mundo) y Alexander Bublik (90).
Los rivales llegaban de realizar una enorme presentación, ya que despacharon a los sembrados número uno del torneo, los 1 y 2 del planeta de dobles, los colombianos Robert Farah y Juan Sebastián Cabal, por lo que tenían una alta carta de presentación. Sus rankings, además, no estaban fuera del top 100, pese a que estaban más alejados de Arévalo (52) y Middelkoop (47).
El favoritismo por clasificación dejaba en primer plano al sonsonateco y al europeo, pero en el juego se pintó a la contra. Arévalo y Middelkoop comenzaron perdiendo, llevando el primer set al tie-break, donde lo cedieron; pero luego, se recuperaron y le dieron vuelta, exactamente por la misma vía, y similar a lo que sucedió en la fase uno (ronda 1/32). La tercera manga fue historia a su favor.
Chelo y Matwe quebraron a sus rivales en cuatro ocasiones, todas previas a los tie-break (uno en el primero y segundo set, y dos en el tercero), y perdieron su servicio en tres oportunidades (una por manga), dejando un total de un 50% (3/6) de puntos de break salvados. Mientras ganaron el 71% (53/75) de puntos con el primer servicio; y el 53% (16/30), con el segundo. Lograron un máximo de nueve puntos seguidos (53% de puntos ganados), y de tres juegos seguidos (55% de juegos a favor).
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Tras finalizar el juego, Chelo se vio eufórico, totalmente emocionado y satisfecho de este logro. Lo festejó en grande con su “partner” y con otros tenistas que llegaron a apoyarlo, y quienes estaban en los graderíos. Además, fue entrevistado por la televisora oficial del AO, y lució muy contento.
La raqueta número uno del país manifestó estar “muy feliz por estar clasificado a cuartos de final”. Y externó que “cerraron un gran partido”, después de tener oportunidades distintas en el juego, pero que siempre lo que “importa son los momentos” y “cada situación” que se presenta, y que lo pudieron lograr sobre todo por la “confianza que Matwe” le dio al juego del nacional.
Ahora, Arévalo y Middelkoop deben esperar a conocer a sus siguientes rivales. Estos saldrán de los ganadores del duelo entre la pareja formada por el argentino Máximo González (43) y el italiano Simone Bolelli (69) o la dupla del brasileño Bruno Soares (5) y el británico Jamie Murray (22), estos dos últimos del top 25 del mundo y sembrados seis del evento. Un nuevo reto por superar.