“Ha sido el mejor torneo en mi carrera profesional hasta el momento”. Así lo calificó Marcelo Arévalo, horas después de alcanzar los cuartos de final de la modalidad del dobles en el Abierto de Australia, junto al escocés Jonny O’Mara.
El sonsonateco se convirtió en el primer salvadoreño en alcanzar los cuartos de final de un torneo Grand Slam en adultos. Ya en júniors, lo consiguió en 2008 en el US Open. En esa ocasión, junto al puertorriqueño Alex Llompart, llegaron incluso a semifinales, donde cayeron ante el finlandés Henri Kontinen y Christopher Rungkat, de Indonesia, la siembra dos del evento.
“Estoy muy, muy, muy contento por esto. Para nosotros los tenistas profesionales, sacar un buen resultado en un torneo de Grand Slam es lo máximo que hay en nuestro deporte. Por eso solo hay cuatro torneos de estos al año, son los más importantes y los más deseados”, sostuvo tras un largo día, ya que, una vez finalizado el encuentro de cuartos de final, tuvo que ir a dar muestras de doping.
Arévalo y O’Mara perdieron ante Ivan Dodig, de Croacia, y Filip Polasek, de Eslovaquia, la pareja número cuatro en cuanto al favoritismo para ganar el título.
“Sí me imaginaba que podía llegar a cuartos de final, mentiría que en este torneo especialmente, no. Pero sí sabía que en algún momento de mi carrera podía lograrlo. Y puedo lograr mucho más, porque sé que he venido trabajando bien, haciendo las cosas bien, sé que Jonny es un buen compañero, juega muy bien”, aseguró.
Si bien destaca el trabajo de su compañero, reconoce que no esperaba llegar tan lejos en Australia, “Ya habíamos hecho octavos de final juntos, en el US Open, y perdimos contra los alemanes, la pareja número cuatro, y en tres sets, y estuvimos prácticamente a un set de pasar a los cuartos de final ahí en 2019. Así que sí estaba en mi mente poder lograr esto en algún momento. Pero a principios de la semana pasada, mentiría si era sí la respuesta“, se sinceró.
Sobre el encuentro, el sonsonateco dijo que “fue un partido difícil para nosotros, jugamos contra una pareja que tiene ya más de un año junta. Hoy por hoy, en el ranking en vivo, están 5 y 6 del mundo. Se nos complicó desde un inicio, perdimos el saque, nos tomaron ventaja desde ahí y eso, de una u otra manera, no nos había pasado durante todo el torneo, siempre íbamos uno a uno, y el hecho de haber perdido el saque nos dio como un golpe bajo y a los rivales les dio confianza para jugar más sueltos”.
Arévalo cuenta que tuvieron para recomponerse tras perder el primer saque. “Fue un momento importante, tuvimos un break point para regresar al partido y ponernos 4-3, e ir a sacar para igualar, pero no se nos dio”, contó sobre el primer set.
“Luego, en el segundo set, tuvimos un game 0-40 sacando ellos, tres oportunidades de quiebre que no pudimos concretar y, al final, ganaron el game, y ese creo que era clave. Si lográbamos ese brake (romper el servicio rival) y ponernos 2-0, ahí el partido se hubiera tornado de nuestro lado, y hubiéramos ido a un tercer set para cualquiera de los dos, pero era la oportunidad de seguir vivos. No corrimos con esa suerte de ganar esos break points que tuvimos, y ellos sí lo hicieron. Nos queda seguir trabajando, aprovechar las oportunidades, a veces son pocas, y hay que ser fuertes en ese momento“, valoró.
Al consultarle si sintió nervios por jugar un partido tan importante en su carrera, dijo que “obviamente uno se pone nervioso. En lo personal, siempre existe porque a uno realmente le importa lo que hace. Creo que cuando uno no le da un significado, ahí los nervios desaparecen, pero cuando uno busca o lucha por algo que realmente interesa, creo que los nervios son totalmente normales”.
Además agregó sobre el hecho de jugar en la mítica Margaret Court Arena, “para nosotros era algo nuevo, cuartos de final, la segunda cancha más importante del Abierto de Australia, cancha grande, era algo nuevo estar ahí, y para ellos era un partido más. Tal vez por ahí pesó el derecho de piso, pero creo que ganamos cosas importantes, experiencia, motivación, y ahora esto nos va a ayudar mucho para los próximos Grand Slam“.
Familia y tenis
El año pasado, Marcelo se convirtió en padre, y trata de equilibrar todo eso a la vez que lucha por una nueva meta, estar entre los mejores 30 del planeta. “Ahora que soy padre, llevo las tres cosas a la vez, tenis, familia y amigos. Solo puedo hacerlo gracias al apoyo y dedicación que mi esposa Lucía le pone a la familia, ella hace el trabajo difícil con el niño. Soy afortunado de tener a una esposa como Luci, quien es bien apasionada también con el tenis, fue jugadora, y sabe lo que significa para mí, la pasión que tengo por este deporte, lo importante que es para mí un torneo Grand Slam. Sin ella sería imposible viajar y no podría ver a mi hijo todos los días como me gusta. Gracias a Dios estoy cerca de mi hijo y mi familia y sigo con los torneos”.
Sobre lo que se viene, contó que “vamos a seguir jugando a los torneos a los que clasifique. Ahorita vamos a dos torneos ATP en Estados Unidos, uno en New York, y otro Delray Beach. En uno de esos jugaré sencillos y la aprovecharé para seguir sumando puntos. Pero obviamente no voy a descuidar mi dobles, ahorita la prioridad es seguir avanzando en las posiciones para cumplir con mi sueño, que ahora es estar dentro de los mejores 30 del mundo“.
Sobre la nueva página histórica que ha escrito, dijo que “estos resultados se los dedico a mi familia en El Salvador, y a mi esposa e hijo. Estoy muy agradecido con todos los salvadoreños, me han mandado muchísimos mensajes de apoyo desde el primer partido, desde antes, han estado apoyándome, mandando fotos, videos, que han visto los partidos en diferentes países del mundo donde viven. Me mandaron fotos de gente en Asia, salvadoreños en Estados Unidos viendo el partido, desde El Salvador, otros que vinieron aquí a Australia. Ayer tuvimos también la visita del cónsul del país en Australia, don Ernesto (Dueñas), la verdad que muy agradecidos con todos los que se tomaron el tiempo de apoyarme estas dos semanas, y lo que se logró es para El Salvador”.
A futuro, también quisiera ver a un salvadoreño más que siga su estela. “Espero que sí surja otro salvadoreño que me supere, ojalá que sí. Así como mi hermano Rafael, en su momento, abrió una brecha muy importante para mí, así yo quiero abrirla para los jóvenes que están atrás de mí, para que se les vaya facilitando el camino, para saber de qué manera uno puede llegar a este nivel. En aquel entonces, cuando empezaba a jugar y ya estaba Rafael, él fue abriendo brecha en el tenis profesional, y para mí fue muchísimo más fácil porque él ya había cometido todos los errores, ya sabía el camino. Y ese es uno de mis objetivos, dejar un legado para que los chicos que vienen atrás se motiven, para que vean que si yo lo he logrado, ellos pueden lograr eso y más, y me encantaría ver a un chico salvadoreño en un futuro no muy lejano compitiendo a este nivel de Grand Slam“, dijo.