SUPERACIÓN PURA: El deporte cambió la vida del diseñador salvadoreño Luis Morales

Luis Morales es un atleta salvadoreño amante de su patria. La disciplina le enseñó a no rendirse y superar distintas metas en su vida

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Foto: Gentileza de Luis Morales

Por Robbie Ruud

2020-12-02 5:45:29

Con unos zapatos deportivos medios rotos, y a veces descalzo, Luis Morales pateaba la pelota hace varios abriles. De pequeño se hacía pedazos los pies, pero sus sueños de representar a su país seguían intactos. Hoy en día el originario de Mejicanos, San Salvador, una zona conflictiva entre pandillas y drogas, ha viajado por más de 15 países representando a su patria como seleccionado de voleibol de sala y de playa.

Vivir en Mejicanos no fue nada fácil para Morales, quien pasaba jugando en su amada cancha, al acecho de cosas ilícitas que acompañaban en paralelo. Como es común, los chicos más grandes que él fumaban marihuana y otras cosas al filo de la ley, dos mundos distintos convergían en un mismo espacio.

¿Cómo es posible sobresalir o sobrevivir si eso te rodea? se pregunta ahora: “Pues solo el deporte y la ayuda de Dios puede hacer eso posible. Mi madre con mucha valentía, a causa de la difícil economía, tuvo que viajar de forma ilegal a Estados Unidos y quedé en casa con mis hermanos a la corta edad de 6 años. Esa cancha se convirtió en su salvación y en ella practiqué fútbol, baloncesto y voleibol”, cuenta Luis.

“Nunca dejé de estudiar en la escuela pública. Desde pequeño sobresalí como estudiante. A los 13 años mis sueños se iban cumpliendo y viajé a Houston, Estados Unidos a un torneo de fútbol con la Academia “La Chelona”, y en esos días entré en un dilema: estudiar o seguir buscando horizonte en el fútbol”, continuó.

Siendo tan joven, y analizando su difícil situación económica, optó por lo que su conciencia creía más seguro y fue continuar estudiando. Jugó en un equipo federado representando a la zona de la Zacamil, y posteriormente, regresó a las prácticas con el profesor Palacios Lozano quien en aquel tiempo dirigía un grupo de la academia de “La Chelona” y tenía a cargo las reservas del Alianza. Cuando empezaba a tener mejores resultados, las reservas de los equipos de fútbol mayor fueron suspendidas.

Foto: Gentileza de Luis Morales

Gracias al esfuerzo de sus padres logró estudiar en el colegio Ricaldone y todo su panorama cambió, continuó jugando fútbol hasta convertirse en el capitán de la selección de dicho colegio, pero la pasión por el voleibol en dicha institución y la amistad con su mejor amigo hizo que en un año y medio cambiara al noble deporte. Comía literalmente voleibol, con sus otros compañeros bajo ese sol intenso del mediodía, pero Luis era “un placer indescriptible pasar jugando los 45 minutos del receso”. Luego llegó a ser seleccionado del colegio y sus aspiraciones poco a poco fueron cambiando.

Luis pasó de pensar en irse “mojado” a Estados Unidos a estudiar en la universidad. A causa del deporte y su rendimiento académico perteneció al consejo de estudiantes en el Ricaldone. Pese a todo nunca estuvo ajeno a las malas influencias, sin embargo, no tiene vicios de alcohol, cigarrillo o droga. “Probé un poco, pero nunca lo aprobé del toro, pensé en el respeto a mi cuerpo y ser un ejemplo para deportistas jóvenes.

¿Como dio el salto al voleibol? Morales jugaba todos los fines de semana en el Ricaldone y no sabía de la existencia de la selección de dicho deporte, hasta que unos exalumnos le contaron un poco sobre cómo pertenecer. Así que al año siguiente jugó la selección juvenil y fue jugador titular para el primer campeonato juvenil que él disputaba sin mayor experiencia. Los entrenamientos eran su pan de cada día hasta el punto de irse a pie por no tener dinero para tomar el autobús.

En ocasiones su primer entrenador cubano le pedía en la noche quedarse a los entrenos de la selección mayor ya cuando él iba a la universidad; no le importaba caminar las calles del centro de la ciudad a las 10:30 p.m. Paralelo a eso llegaba a su casa a comer rápido, y a hacer tareas de la universidad. Pero Luis no contaba con internet, ni computadora, pedía jalón a camiones para llegar a la universidad y hasta el tercer año tuvo una PC, con la atenuante que estudiaba diseño gráfico una carrera bastante cara por los materiales.

Gracias a Dios tuvo amigos y familias que siempre lo apoyaron prestándole una computadora para sus tareas (familias Martínez, Guardado, Perla y Portillo) Reconoce que sin ellos no hubiese sido posible. Más tarde comenzó a trabajar diseñando una revista sin tener experiencia, pero sí muchas ganas de superarse y cada jornada se volvió maratónica: salía de la universidad corriendo, comía en el bus, llegaba a trabajar justo a la hora y a la salida del trabajo corría a su entrenamiento. Sacrificó tiempo con su familia, amigos y otros compromisos.

Foto: Gentileza de Luis Morales

“Poco a poco se hizo de un espacio en la selección de voleibol, pero me comenzó apasionar más el de playa y mi mejor amigo fue mi dueto para todo. Tanto así que un día le solicitó a la cubana Mayra Ferrer una oportunidad para entrenar con ella y los
seleccionados mayores que se preparaban para los juegos del 2002. Recibimos una negativa rotunda y despreciativa de parte de ella: ‘no entreno enanos principiantes’, nos dijo. Pero eso no detuvo a Morales y a su amigo y logramos ganar varias medallas”.

Su mejor amigo Dany se hizo empresario tiempo después, pero siguió apasionado en el deporte. Ambos llegaron a ser seleccionados mayores en voleibol de playa. Uno de sus más grandes logros fue llegar a la última etapa clasificatoria para los juegos olímpicos de Londres 2012, que brindaba un solo boleto y un repechaje. Morales y la selección lograron tener un sexto sexto lugar de un total de 18 equipos de toda Norteamérica, centro y el Caribe, siendo el jugador de más baja estatura del torneo. En esa ocasión dejaron en el camino a Costa Rica siendo la potencia regional.

Morales optó luego por volver a la modalidad de sala tras una charla donde le comentaron que jamás se ha podido ganar una medalla de oro a nivel mayor masculino, y le pareció interesante el reto. Entrenó duro junto a su mentor Juan Andres León, entrenador cubano, y en su primer torneo mayor fue líbero de la selección. Morales y la selección lograron ganar una medalla logrando de plata con sabor a oro tras un sistema de puntaje diferente implementado ese año. Además ganó dos premios individuales: Mejor líbero centroamericano y mejor defensa centroamericano. “Pasé dos semanas sin poder dormir al perder por un punto en average la medalla de oro, Costa Rica se llevó la corona pese a que se le había derrotado en el torneo de uno contra todos”.

Foto: Gentileza de Luis Morales

Morales ganó otros premios individuales a nivel C.A. y del Caribe, pero él prefiere ganar medallas para su país. Recapitulando, en 2017 ganó con la selección la única medalla de plata en los Juegos Centroamericanos de Managua 2017 y luego en el siguiente torneo regional (2019) ganó una bronce.

Como profesional se graduó de la Universidad Don Bosco en Licenciatura de Diseño Gráfico (en 5 años) paralelo trabajó y jugó en la selección, tuvo un solo empleo y ahora tiene una Casa Creativa llamada “Switch”. Trabajó para clientes en New York, Cánada y localmente con embajadas, organismos, restaurantes. Su especialidad es la identidad corporativa.

Actualmente es el director creativo del proyecto Escuela Abierta para la Convivencia del Ministerio de Educación, además ha iniciado su proyecto “SPORTLOVER” una marca dedicada a realizar ropa de estilo de vida con tema deportivo y una línea de souvenirs especializados y únicos en el país. Esos que buscan resaltar el amor y pasión por el deporte que ama. Dentro de otros proyectos brinda charlas motivacionales actualmente sobre: cómo controlar el miedo, la disciplina, El poder de tu mente. Pone a su disposición su correo electrónico luis.morales@switchsv.com para cualquier interesado. Puedes hallarlo en Instagram como “pinkyvolley” y “sportsloversv”.

“La mayoría de personas entienden como deportista a una persona que no tiene más que hacer, pero están equivocados. Ser deportista en El Salvador es un acto de amor a tu patria, que te cuesta esfuerzo, dedicación, disciplina y dinero. Tengo compañeros que son doctores, abogados, ingenieros y varios empresarios. Tengo presente que el deporte en la vida es de mucha importancia, crea valores únicos; una de las mejores cosas es que crean una identidad única con tu patria. Creo firmemente que si no sos deportista no entiendes lo que significa cantar el himno a todo pulmón y que cuelguen una medalla en tu pecho”, finaliza Luis.

¡Feliz cumpleaños Luis! Que se vengan muchos éxitos más. ¡Salud!