“Estamos viviendo sin ella, pero la tenemos en el corazón”, Amelia Hernández, madre de la surfista Katherine Díaz, a un mes de su muerte

Este 19 de abril, se cumplió un mes del fatídico rayo que arrebató la vida de la surfista salvadoreña Katherine Díaz. Su familia la recuerda más que nunca, con gran amor

Este 19 de abril, se cumplió un mes del fatídico rayo que arrebató la vida de la surfista salvadoreña Katherine Díaz. Su familia la recuerda más que nunca, con gran amor. Video EDH / Varinia Escalante

Por Varinia Escalante | Twitter: @VSkalanT

2021-04-20 5:45:06

A eso de las 5:00 de la tarde, del pasado 19 de marzo, un rayo impactó en la playa El Tunco, La Libertad, y arrebató la vida de la surfista salvadoreña Katherine Díaz. Desde aquel día, en el que la nacional estaba por ingresar al agua para entrenar, la vida de su familia cambió. Sin embargo, pese a que la atleta ya no, se recuerda más que nunca.

En pequeños detalles y en cada rincón, los Díaz la sienten. Su hermano, José “Bamba” Díaz, y su mamá, Amelia Hernández, compartieron con CANCHA el dolor que todavía los embarga, y cómo han salido adelante con ayuda de Dios.

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“Como madre (se entrecorta la voz, llora, y continúa)... cada día que pasa, es peor para mí. La ausencia de ella, verla venir, cuando me decía: ‘Hola, mami, cómo estás’. Pero este dolor, creo que solo Dios me lo puede quitar”, relató Amelia. “Estamos viviendo sin ella, que esté presente, pero la tenemos en el corazón. De mi mente, no se me sale ni un momento”, añadió.

José Díaz y su madre, Rosa Amelia Hernández, hablaron sobre la reciente muerte de Katherine Díaz, la surfista que murió al caerle un rayo en playa el Tunco, La Libertad. Foto EDH / Jonatan Funes

Su hermano compartió el sentimiento: “Ha sido (un mes) súper duro el que hemos pasado. Pero Dios, nos ha fortalecido al tope, porque sabemos que ella está con Él. Por los sucesos que pasaron, lo que ella dibujó, lo que dijo, cómo pasó la tragedia. Fue obra de Dios, todo estaba planificado. Por eso, sentimos un consuelo grande, porque está descansando con nuestro Creador, en un lugar mejor”.

En cuanto a la manera en la que la pequeña de la familia murió, por un rayo, ha sido difícil de digerir, pero lo reconocen como el instrumento de Dios para demostrar la calidad de ser humano que era.

“Katherine fue noticia mundial. (...) A mí, me escribieron decenas de personas, algunos no los conocía, otros me dijeron que eran admiradores de Katherine, por lo que era. Y personalidades importantes y atletas famosos, nos enviaron mensajes, y eso nos hace reconocer lo que ella era”, resumió José.

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“Eso (lo del rayo) casi nunca pasa, quizás solo ha pasado, en toda la historia del surf, dos o tres veces. Especialmente, ese día que no estaba ni lloviendo, ni en el agua, estaba a la par de varias personas. Habló con la chica alemana (surfista), cinco minutos, y se movió un metro y medio, y cayó directo el rayo a ella, y eso casi nunca pasa”, externó.

Luego, puntualizó: “No es casualidad, Dios lo eligió. Fue noticia en el mundo, para que te des cuenta de que no importa lo que tengás o seás, cuando Él te quiera llevar, te lleva; y gracias a que Katherine ya se había reconciliado con Dios, y estaba en el mejor momento para decir: adiós y decir los veo en la eternidad. Todo fue armado por nuestro Creador, ahora está descansando en paz y será nuestro ángel”.

Surfistas nacionales se acercaron a la Playa El Tunco para realizar el homenaje a la vida de Katherine Díaz. Foto EDH / Jonatan Funes

Entre mar y recuerdos

Para Amelia, el tiempo se ha detenido. Y todavía siente la presencia de su pequeña Kathy: “Yo ya la veo que viene corriendo (lágrimas), caminando, y que me va a decir: ‘Mami, aquí estoy’. Esto es bien duro, es un dolor incomparable, el perder un hijo. Duele. Y más ella, con un montón de sueños por delante”.

“Bamba”, también exsurfista y actual presidente de la Fesasurf, coincidió: “Nosotros tratamos de asimilar la pérdida, hacer cosas como núcleo familiar. Estar ocupados es lo mejor para nosotros, porque cada momento se extraña. Te vas a una esquina, y es lo que Katherine estaba haciendo; al sistema del negocio, y estaba ahí en la computadora; te vas a la mesa del desayuno, y estaba sentada ahí. Estamos siendo autofortalecidos por Dios, para asimilar una pérdida tan grande, pero nuestro objetivo es verla otra vez y estar juntos en la eternidad”.

Antes de morir, luego de estar en México por unos días, madre y surfista hablaron. Y esa plática fue importante. “‘Ya no soy la misma de hace dos años, rebelde, que no te hacía caso. Ya cambié, ya maduré y ya me centré. Ahora, mami, te voy a ayudar mucho en el restaurante, quiero que descansés’, me dijo”.

“Estuvimos platicando bastante y tenía muchas metas para la playa, quería que fuera la mejor, la más limpia, eliminar el plástico. Me regañaba cuando íbamos a las tiendas y yo agarraba bolsas. ‘Se te van a caer las cosas’, le decía; y respondía: ‘Si no comenzamos, cómo vamos a hacer para eliminar el plástico, todo esto va a dar a los ríos y al mar’. El mar para ella era su vida”, complementó.

La seleccionada nacional era parte del grupo de atletas que conforman al equipo nacional que se estaba preparando para los Juegos Mundiales de la ISA, que se desarrollarán en mayo en el país, y que darán 12 plazas para el surf para los Olímpicos de Tokio 2021. Foto EDH / Archivo

La madre de la surfer contó cómo describía Katherine al mar: “‘Sin el mar, no puedo vivir. El mar me da una gran tranquilidad, mami’, me decía. ‘Tanto que vas a ver el mar, Katherine’, le decía, ‘si no se seca, y tanto que vas a verlo’. Esa niña amaba el mar”.

No dejó de lado cómo también el apoyo moral recibido ha sido clave. “La fortaleza de la gente, el apoyo, las palabras de aliento, increíble. Mis hijos han sufrido mucho su partida. Mi segundo hijo, Geovanni, pasó dos semanas en que no quería salir de la habitación; y José es fuerte pero anda bien dolido, deshecho, pero se hace fuerte para ayudarme”.

En cuanto a los detalles, gestos, homenajes que han tenido en honor a la “reina de La Bocana”, el hermano expresó: “Eso es muy importante para nosotros. Eso nos consuela que Katherine no era mala persona. Y recordamos que Dios escoge a este tipo de personas, y eso nos hace saber a nosotros que debemos actuar y acercarnos a Dios, porque no sabemos cuándo nos vamos a ir, y ella estaba en sus manos y se fue en paz”.

Katherine Díaz aprovechaba cada momento junto a su hermano José "Bamba" Díaz. Foto: Imagen de carácter ilustrativo y no comercial/ https://www.facebook.com/katherine.diaz.50159836

Con Dios de la mano

La familia reconoce que solo con Dios han salido adelante. Amelia contó cómo fue ese momento en que tuvo que reconocerla, tras el rayo. “Lo que me consuela a mí es que, el día que vi a mi niña, pensé que no lo iba a aguantar, a soportar. Pero le pedí a Dios: ‘Si tú me la has quitado, tú mismo me vas a dar esa fuerza’. Y así fue. Me ha dado fortaleza”, dijo.

“(...) ella quedó como dormida, sin nada, sin quemaduras, con una carita como que nada de tristeza, con una carita de feliz. Obra de Dios. Con ella, Dios mandó un mensaje a todo el mundo. Fue escogida”, agregó. El relato coincidió con el de su hijo: “En la vela, Katherine tenía la cara de relajamiento. Cero tristeza. Eso te dice que se fue y está descansado en un mejor lugar”.

Para la familia, todo lo que pasó con la surfer de alto rendimiento es una obra del Creador. Y sienten que ella ya estaba preparada. “Bamba” reiteró: “Todavía no lo podemos creer, pero tenemos una fortaleza tan grande, somos creyentes y Dios decide, y no nos podemos quejar de Dios. (...) Dios se la llevó porque Dios se lleva ángeles. Ahora, nos cuida.”.

Y su mamá apuntó: “Cuando volvió de México, ella me dijo: ‘Mami, abráceme fuerte, que creí que ya no la veía. En los aeropuertos, está todo horrible. Pero ya le pedí perdón a Dios y sé que Dios está tratando conmigo’. Todo estaba planificado. Dios no se equivoca, Dios la trajo”.

Díaz, con el entrenador de la selección de surf, Antonio Sotillo (d.). Foto EDH/Cortesía Indes

“(...) Cuando la vi en la clínica (tras morir), yo solo quería que se despertara. Vi a su hermano José, tirado en el suelo, dando gritos, y sentí que se me derrumbó todo. Pero a medida van pasando los días, voy entiendo que son cosas de Dios, y uno no puede renegar, ni ponerse contra Dios, son cosas que Dios permite que pasen y sabe cómo las lleva”.

Kathy ha pasado a ser, ahora, “el ángel de La Bocana”. Y para los Díaz es así, y quedará inmortalizada por la esencia de quien fue. “El Tunco siente que se fue una luz. Ella alumbraba aquí, todo mundo me lo dice que Katherine era una luz, donde llegaba dejaba una huella. Ella ha dejado un legado al surf salvadoreño, un ejemplo de atleta. Soñaba con ser reconocida mundialmente en el surf, y lo logró por el surf y porque Dios lo quiso así”.

La atleta, quien tenía 22 años y competía en la categoría Open, se está convirtiendo en lo que su hermano predijo: una leyenda. “Sí. La Katherine ahora, aparte de lo que fue, es símbolo de prosperidad, esperanza y disciplina. Era una gran surfista nacional”, dijo “Bamba”.

“Ha sido súper dura la pérdida de Katherine. (...) Era un rayo especial, para ella. Una luz que nunca se había visto, solo faltaba un ángel que estuviera bajando, pero era para ella, para su ángel”, cerró “Bamba”.

José Díaz y su madre, Rosa Amelia Hernández, hablaron sobre la reciente muerte de Katherine Díaz, la surfista que murió al caerle un rayo en playa el Tunco, La Libertad. Foto EDH / Jonatan Funes