Médicos chinos se convierten en hábiles esquiadores para Pekín 2022

Se han preparado por tres años para perfeccionar sus técnicas para avanzar en la nieve y poder brindar ayuda a los atletas durante los Juegos Olímpicos de invierno

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Médicos chinos realizan un simulacro de rescate como preparación para los Juegos olímpicos, que arrancan este 4 de febrero en Pekín. Foto / AFP.

Por AFP / César Najarro

2022-01-26 10:19:22

Con una bolsa médica de diez kilos a la espalda, se deslizan rápidamente por una pista de nieve a bajísimas temperaturas: médicos chinos se han convertido en los últimos años en expertos del esquí para poder socorrer a los eventuales lesionados durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín (4-20 de febrero).

Anestesistas, traumatólogos, infectiólogos, cirujanos... Con edades entre 33 y 62 años, han ido encadenando las formaciones, desde 2019, para convertirse en esquiadores muy habilidosos.

A unos días de que comience el evento, estos médicos perfeccionan la técnica en la sede de Yanqing, que acogerá a 80 kilómetros al norte de Pekín las pruebas de esquí alpino.

Vestidos con un abrigo naranja con una cruz blanca, efectúan los últimos ejercicios sobre cómo llegar rápidamente a cualquier lugar de la pista y poder encargarse de los primeros auxilios.

"La formación, ¡no era fácil!", afirma Li Qiyi, de 49 años, cirujano ortopédico en el hospital Xiehe, un reputado centro hospitalario de Pekín.

"A veces era a -20 o -30 grados, con una sensación térmica todavía más baja. Algunos tenían congelación en los pies o en la cara", detalla.

En 2018 hubo un llamamiento a una decena de hospitales de la región para contar con médicos voluntarios. Una condición indispensable: tener al menos una pequeña experiencia como esquiador 'amateur'.

 

Cuatro minutos
"Bajaba por pistas negras, ¡así que me creía bueno! Pero cuando comenzó la formación me di cuenta de que estaba todavía lejos del nivel requerido", sonríe Li Qiujun, anestesista de 39 años del hospital Jishuitan de Pekín.

Misma sensación de entrada para Li Dong, de 51 años e infectióloga en el hospital de medicina tradicional china de Changping.

"Aprender a ponerme y quitarme los esquíes en la nieve era difícil. Si te caes, vas hasta abajo porque la pista tiene mucha pendiente y es muy resbaladiza", explica.

Bajar con calzado adaptado o esquíes, una simulación de una operación de rescate, dominar las herramientas de comunicación... Estos médicos, los primeros en ser formados específicamente en China para acudir al socorro de urgencia en pistas de esquí, están preparados para los Juegos Olímpicos.

"Todos somos médicos, así que estamos acostumbrados a la atención de urgencia en nuestros hospitales. Pero en una pista de esquí de competición, con el frío extremo, la pendiente, el medioambiente, es muy diferente", explica Li Qiujun.

Hay deportistas que han muerto durante los Juegos Olímpicos de Invierno en sesiones de entrenamiento, pero nunca en competición.

Los peligros son reales ya que los esquiadores pueden alcanzar, sobre todo en descenso, velocidades de 140 km/h. Cualquier caída es por lo tanto potencialmente grave.

"Si un esquiador se lesiona debemos ser capaces de acudir a atenderle en cuatro minutos", señala Li Qiyi.

"Debemos evaluar la gravedad de la lesión para efectuar los primeros auxilios para que sea evacuado rápidamente a un lugar en el que pueda contar con una atención mejor", añade.

 

"Muy peligroso"
Equipados de comunicadores portátiles 5G con pantalla y cámara de vídeo, los médicos llevan a la espalda una gran bolsa que contiene material de intubación, jeringuillas, botella de oxígeno, férulas, estetoscopio, desfribilador, tensiómetro...

Tienen que ser también capaces de poder comunicarse con deportistas extranjeros.

"Si el herido sigue consciente, nos comunicamos con él en inglés. Hemos seguido bastante cursos de inglés durante nuestra formación", explica Li Qiyi.

Todos los inviernos desde hace cuatro años, estos médicos comparten su vida entre sus consultas o sus operaciones en el hospital por un lado, y su entrenamiento en la pista por otro, al menos entre cuatro y cinco semanas por año.

"Mis padres, que superan los dos los 80 años, temían por mí al principio. Lo consideraban muy peligroso", cuenta Li Dong, que forma parte de los cuarenta médicos habilitados para intervenir en las pistas.

"Pero desde que comprobaron cómo me entusiasma, me apoyan. Es una ocasión única en la vida, poder participar en un gran evento así", celebra.

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