INDES: De “palacio” a instalaciones sucias y descuidadas para los atletas

Ni la infraestructura principal del deporte local se escapa a los problemas. En esta serie de EDH, hicimos un recorrido para conocer los pormenores del edificio icono de Indes y cómo esto afecta a los atletas

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Foto: EDH | Jorge Reyes

Por César Najarro - @cjnajarro

2019-06-11 6:28:13

Basta un recorrido de unas horas por el Palacio de los Deportes “Carlos ‘Famoso’ Hernández” de la capital para notar su descuido. En el último quinquenio, la inversión en infraestructura ha sido prácticamente nula, más allá de algunas reparaciones al estilo curita sobre una herida en el inmueble, que fue construido a finales de los 70s.

Hay federaciones que sufren cada invierno con las goteras, en todas hay problemas con el agua potable, algunas paredes tienen hasta huecos y en otras, las polillas (sí, ¡las polillas!) se están comiendo el material deportivo desde hace ratos.

Jorge Quezada, presidente del Indes en el último quinquenio que recién finalizó, reconoció a EDH que su gestión no tuvo una apuesta fuerte por la infraestructura. Utilizó las palabras “lo que buscamos es que se pudiera seguir utilizando”.

Imágenes de las deplorables instalaciones en las que entrenan los atletas salvadoreños

Foto: EDH | Jorge Reyes
Foto: EDH | Jorge Reyes

Y sí, de tripas, corazón hace el atleta salvadoreño que sigue utilizando estas instalaciones. Son las que hay, y, al comparar, el Palacio está en mejores condiciones que, por ejemplo, la Villa Centroamericana en Ayutuxtepeque.

Sin embargo, el descuido es palpable. En el recorrido, se platicó con atletas, gerentes de algunas federaciones y personal de Indes para verificar qué es lo que ha pasado estos años.

“No se tocó nada de infraestructura. Lo único que se ha cambiado es la duela principal, en la época de la ‘Chelona’ Rodríguez, porque ya había cumplido su vida útil.

De ahí, prácticamente nada. Lo que se han hecho son reparaciones menores, como de algunos sanitarios, portones, cambios de focos, pintura en las partes externas”.

La frase es de un empleado de Indes que pidió el anonimato por temor a que sus palabras ocasionaran algún problema, aunque, en realidad, cualquiera que llegue al Palacio puede notar estas situaciones que describe.

En las instalaciones de boxeo o de levantamiento de pesas, por ejemplo, uno de los grandes problemas es que las polillas se están comiendo el equipo. El ring principal donde los pugilistas practican y compiten tiene un serio deterioro, obvio con una simple mirada. A unos 100 metros de ahí, la base donde descansan las pesas de los de harterofilia también tiene el mismo problema.

Foto: EDH | Jorge Reyes
Foto: EDH | Jorge Reyes

“El señor de la limpieza pasa a cada rato, aquí no hay tanto problema con el polvo como en la Villa. Sin embargo, las polillas están deteriorando el material. Y las lámparas del techo, no sé, a mí me parece que están mal. Con esto de los temblores, se cayó una”, cuenta el exseleccionado Edgar Zuleta.

El deportista cuenta que, aunque tienen baños separados para hombres y mujeres y tienen hasta duchas, estas no sirven prácticamente para nada. “Nunca hay agua potable”, cuenta el atleta, lo que obviamente también afecta en la higiene y limpieza del lugar.

Un par de metros más allá, las goteras afectan también el cubículo de la Federación de Judo.

En un buen fin de semana de invierno, la Federación de Tenis de Mesa suele tener mucha actividad, yo es raro observar cubetas colocadas en medio del escenario deportivo, para que el agua de las goteras no ocasione que algún atleta sufra una caída mientras disputa el campeonato nacional.

Un problema estructural
Si bien el Indes sigue siendo “funcional”, lo cierto es que apenas se le da mantenimiento. Para muestra, un botón. Dos fuentes consultadas por aparte confirmaron que apenas hay dos personas encargadas para el mantenimiento. Y aquí, otra sorpresa: ¿Le dan mantenimiento a todo el Palacio? – consultamos -. “Para todo el país”, fue la asombrosa respuesta. “Obviamente, si hay una emergencia o un trabajo más grande, por ejemplo, en la Villa, los 2 muchachos están trabajando allá. Si se arruina un baño, no van a venir a arreglar eso en un buen tiempo hasta que terminen en otro lado. Son ‘hacelotodo’ ”, es la explicación.

Lo que generalmente ocurre es que personal de servicios generales trata de resolver los pormenores más pequeños, como cambiar un grifo, o un foco que no esté muy alto. Pero situaciones más serias, como una fuga de agua, una gotera en el techo o problemas eléctricos tienen que pasar a una lista interminable de espera para poder ser resueltas.

Por otra parte, hay temor en algunos atletas por los temblores recientes. Sin embargo, la infraestructura es antisísmica y, cuando ocurren estos fenómenos y algún gerente o atleta reporta una fisura, ingenieros del Indes han hecho las pertinentes revisiones. Dos gerentes lo confirmaron, pero también aseguraron que luego no tienen noticia de cómo están las instalaciones. Es decir, la revisión se realiza, pero no llega ningún informe a los usuarios sobre si se puede o no continuar con la utilización de los inmuebles.

Foto: EDH | Jorge Reyes
Foto: EDH | Jorge Reyes
Foto: EDH | Jorge Reyes

Una pared de ladrillos con agujeros mete un poco de miedo a quienes circulan en el segundo nivel del anillo del Palacio, como recordatorio de los movimientos telúricos y sus impactos. Una separación en las gradas, cerca de una de las bombas de agua, también.

“Lo que se necesita es una revisión hidráulica minuciosa, de la electricidad, de los techos. Algunos problemas se han tratado nomás con parches”, añade un empleado que está bastante informado de la situación estructural del edificio y de los problemas que reportan las federaciones.

Franklin Vásquez, gerente técnico de boxeo, comenta que “hemos sido muy criticados como federación por cómo están las instalaciones de acá y en la Villa. Pero nosotros no podemos gestionar cambios. Se ha pedido, pero el presupuesto solo lo podemos dividir entre lo administrativo y el desarrollo deportivo”, sostiene.

Vásquez fue atleta desde 2002, y ocupa el cargo de la gerencia desde 2016. En todo este tiempo, añade otro dato revelador. “Que yo recuerde, nunca ha habido un cambio en infraestructura en esta federación en todo este tiempo”. Y añade que “urge agua para los baños, de lunes a viernes casi nunca hay. La iluminación es mala.

Nosotros no tenemos aire acondicionado. Hay otras federaciones que sí, algunas incluso han gestionado parte de los gastos ellos mismos. Además, las polillas se están comiendo el ring. Ya han venido arquitectos y demás a ver los problemas de la federación cuando los hemos reportado, sacan fotos, hacen el análisis, o nosotros también hemos pasado fotos a ellos. Pero no ha habido cambios”, contó.

En algunas federaciones, otro de los problemas tiene que ver con el espacio. En ajedrez, por ejemplo, un deporte que ha crecido en los últimos tiempos en algunas categorías y campeonatos, a veces ya no dan abasto para albergar a los atletas en el cubículo.

Este espacio es apto para, aproximadamente, unas 50 personas. El fin de semana pasado, había más de 200. Aunque cuentan con dos aires acondicionados, con el hacinamiento el equipo no mantiene las condiciones óptimas de competición.

Ante esto, la gerencia de Indes en más de una ocasión ha brindado otros espacios para la federación, pero el problema de fondo no se soluciona con ello.

Ahí mismo, el problema con los baños también se repite como en otras federaciones. Esta, sin embargo, ha invertido en un sistema de saneamiento y reducción de malos olores. No todas las federaciones (casi ninguna) han podido gestionar la peste de la misma manera.

El mal de país
El tema del agua potable es grave y palpable en todas las federaciones que tienen sus instalaciones principales en el Palacio, y no es nuevo. Tiene que ver con la falta de abastecimiento por parte de la ANDA.

Aunque el edificio cuenta con 3 cisternas (una principal de 154 metros cúbicos; otra auxiliar de 94 y una tercera para el edificio administrativo, con 30), pasan hasta 15 días sin recibir agua potable, con lo que, obviamente, las cisternas no acumulan el líquido necesario para cumplir con la demanda de los usuarios.

Pero, además, el sistema tiene otro problema que repercute sobre todo en las tuberías, y, por último, en los baños y lavamanos. Después de tantos días sin agua directa de ANDA, cuando esta llega, la presión varía, lo que daña paulatinamente los conductos del líquido. Es por ello que no son raras las fugas y, ante la falta de personal de mantenimiento, lo que terminan por hacer es cerrar los flujos del líquido hacia los baños.

Anteriormente, se recurría a una compra constante de agua en pipa, pero en este quinquenio se redujo esta práctica con el fin de ahorrar recursos.
Queda claro: el Palacio, icono del deporte nacional, luce hoy una de sus peores caras en la historia.