Con la pandemia lejos de irse como muchos esperábamos y con nuevos cuidados en el horizonte, el deporte salvadoreño despidió un buen 2021 y levanta las copas por un 2022 aún mejor.
La histórica medalla paralímpica de Herbert Aceituno en Tokio 2021+1 fue lo más destacado de un año en el que también sobresalió el título mundial del fisicoculturista Yuri Rodríguez y la vuelta del fútbol playa a un mundial de la categoría tras una prolongada ausencia, tras ganar el codiciado título de Concacaf..
Las medallas conseguidas en los Juegos Panamericanos Junior de Cali dieron un soplo de aire fresco y mostraron deportistas jóvenes que, con apoyo y seguimiento, pueden dejar de ser promesa para convertirse en verdaderos deportistas de elite. Los apellidos Corado, Canjura, Nóchez e Ibañez se destacaron en sus disciplinas y son esperanzas reales de cara al futuro.
La Selecta, que tanto cambió en el año que se acaba de cerrar (DT incluido), podría dar el salto de calidad en esta temporada. Más allá de que el Mundial de Qatar es una utopía, el progreso y la vigente apuesta por jugadores jóvenes es la asignatura para este año. El fútbol femenino también puede empezar a figurar a nivel regional. Las legionarias marcan el camino.
En este 2022, el Alianza que es amo y señor del fútbol fronteras adentro, debería revalidar su poderío a nivel Uncaf. Si tenemos en cuenta que el Comunicaciones de Guatemala se quedó con la Liga Concacaf, un título de esas características no debería estar lejos para el equipo albo.