Los Halcones de Sonzacate pulverizaron al Arcense, por 122-83, en el tercer juego de la serie final del torneo Clausura 2018, la noche del martes, para conseguir el título de campeones. Es el segundo campeonato nacional de Primera Federada en la historia para los sonsonatecos.
Halcones volvió así a hacer historia, una dura cruzada que culminó con la obtención del campeonato nacional a gimnasio lleno en la “jaula”. El mayor anotador halcón fue Sameen Ayuub Swint, con 41 puntos; mientras el mejor de los morados, fue Teodoro Romero con 25.
Fue un juego, en principio, parejo y que dio la sensación de que estaría igual hasta el final. Sin embargo, los de Ciudad Arce solo pudieron asustar a sus rivales en el primer cuarto, al terminar abajo 21-25.
Para el segundo cuarto, la historia se comenzó a escribir para Halcones. Un torbellino de anotaciones de Luis Valle y Swint derribaron el cerco defensivo del quinteto de Arcense, que inexplicablemente se vino abajo en un abrir y cerrar de ojos.
En menos de cinco minutos, los locales ya habían sacado hasta 20 puntos de ventaja, esos que se incrementaron a 32 al medio tiempo (65- 33). La paliza era inminente y los cambios que mandó el entrenador Salvador Chicas no hicieron efecto.
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Una camándula de disparos sin efectividad alguna, y una defensa mejor posicionada de Halcones, culminó con muchas estampidas “pajarracas” para anotar a placer y sin marca alguna que impidiera las canastas. Y es que Arcense se apagó, y terminó siendo víctima de su propia inconsistencia.
Romero naufragó en la ofensiva, se vio cansado y sin apoyo en el ataque. La salida por mucho tiempo del pasador Carlos Torres paso factura a su equipo, al no tener un líder en la dirección. La ventaja era, de esta manera, inalcanzable para Arcense.
Mientras que Halcones siguió imparable, con el trabajo de Julio Crespín y Mario Orellana, quien volvió a ser intimidante en defensa junto a Luis Valle, con 25 rebotes.
Los últimos minutos fueron de trámite, pero con los morados batallando hasta el final, ante un Halcones ordenado, práctico y con el empuje de su afición que lo vio consagrarse nuevamente campeón nacional. El arbitraje aceptable, los jueces supieron manejar la presión de un escenario volcado a su equipo.