INFORME ESPECIAL: La precariedad de los gimnasios deportivos salvadoreños

Los problemas de la Villa Cari, el Palacio de los Deportes y El Polvorín se repiten en los gimnasios de baloncesto y voleibol. En una entrega más de EDH, se repasan las carencias de los edificios de deportes de conjunto

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Problemas en las instalaciones de la Federación Salvadoreña de Voleibol. Foto EDH - Jorge Reyes

Por Varinia Escalante - Twitter: @VSkalanT

2019-06-17 7:34:01

A simple vista, parece todo bastante bien. Pero un repaso minucioso demuestra las carencias y dificultades que tienen los edificios del Gimnasio Nacional “Adolfo Pineda” de San Salvador, las canchas aledañas de baloncesto, el Gimnasio de Voleibol y la cancha de Voleibol de Playa, sumadas a los inmuebles administrativos de ambas Federaciones, donde las goteras son un enemigo.

Los problemas son comunes en este grupo de edificios, y son hasta compartidos con las infraestructuras que albergan a muchos atletas en la Villa Cari, el Palacio de los Deportes y El Polvorín. Los techos, los baños, los graderíos, las duelas son parte de la lista que engrosa los serios problemas de estos gimnasios y con los que están tratando de subsistir la Fesabal y la Fesavol.

Ambas Federaciones saben que depende de los reportes hechos al Instituto Nacional de los Deportes (Indes), las inspecciones que les realizan, y lo mínimo que hacen para tratar de superar sus obstáculos. Esos que, a la larga, intentan subsanar con sus propios fondos y que no están asignados para eso, ya que solo son para presupuesto administrativo y desarrollo deportivo.

Techos, duelas, cronómetros
Recorriendo las instalaciones del voleibol, y dando pasos por la cancha, se sienten bajo los pies los “bajones” de los huecos donde internamente ya la duela está muerta. No son unos pocos espacios, son distintos metros a lo largo y ancho de las canchas que necesitan cambios, porque a la larga esto también puede generar lesiones a los jugadores.

Tableros electrónicos en estado obsoleto de las duelas del Gimnasio Nacional José Adolfo Pineda. Foto EDH – Jorge Reyes

El cambio total de la duela es uno de los dos puntos principales que urgen en la Federación, confirma el gerente técnico Guillermo Polanco. El otro: los techos. Allí, son serias las goteras, de las que algunas han sido reparadas “pero tapo un hoyo y se hacen dos más”. Tienen que recurrir a contenedores que instalan durante la lluvia para que no se empoce en la duela.

Estado de las conexiones eléctricas del Gimnasio José Adolfo Pineda en su duela principal. Foto EDH – Jorge Reyes

No quedan atrás, al menos, dos lámparas que se han quemado, que tiene un “costo aproximado de $170, y que además se debe hacer un alquiler de andamio, lo que incrementa mucho más el gasto”.

“No se cuenta con un presupuesto asignado de la nación para instalaciones deportivas. Cada vez que tenemos un evento fuerte, aprovechamos para que Indes nos eche la mano y en conjunto reparamos las cosas que más urgen. En nuestro caso, es la cancha, iluminación, pintura, y son los únicos momentos donde recibimos un apoyo directo de Indes”, declaró Polanco.

“Las necesidades grandes, no las podemos cubrir como la vida útil del techo. Ya llegó a su tiempo, las instalaciones tienen alrededor de 20-22 años, y por su misma edad tienen que ser cambiadas. Tenemos 15 goteras, tres serias, y hemos intentado menguar el asunto, hemos tapado, ha disminuido. El costo de la duela, la reparación de la misma, es bastante grande, y se necesita hacer un cambio total de duela y de techo. Solo la duela es alrededor de $25 mil, son gastos fuertes”.

No dejan de lado que los baños y los camerinos también deben modernizarse. En una visita por estos, se evidencian las duchas, una banca, los lavamanos, las puertas en muy mal estado, y concentrados con un olor que denota la falta de ventilación que hace mal al atleta.

De igual modo, hay grietas en los edificios, en los graderíos del voleibol playero son considerables, y la bodega ha pasado a recibir todo tipo de objetos que se amontonan y dejan poco espacio para el tránsito. Por si fuera poco, aparte de la pintura en general, no funcionan el control del cronómetro, por lo que han tenido que echar mano de televisores y aplicaciones para adaptarlos a juegos determinados.

Baños en mal estado de la Federación Salvadoreña de Voleibol. Foto EDH – Jorge Reyes
Gradas de acceso al área VIP de la duela principal del Gimnasio Nacional José Adolfo Pineda, en pésimo estado

El “Pineda”, en igualdad
No lejos del voleibol, la historia es similar en el baloncesto, que comparte las goteras de duelas y de sus oficinas; mientras en el Gimnasio Nacional, administrado por Indes, tampoco funcionan los tableros electrónicos y de 24 segundos.

Además, la Fesabal reconoce que tiene puntos específicos que preocupan, y que no optimizan el trabajo del baloncesto. Uno, y el principal, es el cambio total de duela.

“Todo se afecta, hay goteras en las canchas dos y tres; los marcadores no funcionan en la cancha 1, por lo que usamos portátiles; y hay se necesita un cambio total de la duela de la cancha 1, que desde 2001 se mejoró, pero ya dio su vida útil y tiene polilla”, detalló Rodolfo Mena, gerente de la Federación.

El repaso por el gimnasio es similar y las condiciones no mejoran. Los baños tienen alguna ducha con fuga, alguna puerta sin pasador, el aseo no es bueno, aunque éste no depende de la Fesabal sino del área de limpieza de Indes, y el olor es intenso por su encierro. Además, uno de los cuartos de baño masculino resguarda material como bodega y le faltan algunos cielos falsos.

Tiene también luces quemadas, debe mejorar el sistema eléctrico, los graderíos para acceder al área VIP están destruidos, la alfombra luce bastante desgastada, algunas butacas fueron destruidas y arrancadas, por lo que se ha improvisado colocando sillas de otros colores, y los graderíos más altos en el recinto -por lo general no son utilizados- tienen rajaduras considerables que quedaron del último terremoto (2001) y nunca fueron reparadas.

Las canchas exteriores están con el mismo mal de goteras, cronómetro inservible, falta de pintura y los colchones de seguridad funcionan, pero uno de sus toldos está desgastado y a la mitad, aparte de necesitar cambios de láminas y luces.

“Lamentablemente, en muchos años, no se ha contado con presupuesto para invertir en mejoras y reparaciones de las instalaciones del Gimnasio Nacional. Como Federación, se ha hecho el esfuerzo de darle mantenimiento, pero hay equipamiento que la vida útil ya finalizó. Se necesita hacer una buena inversión y darle una nueva presentación al Gimnasio”, externó.

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