-¿Qué es la gimnasia para ti?, le preguntamos a Gabby. No tarda un segundo en contestar: “Es mi vida”. Y no es una frase hecha. Esta pequeña de 11 años, nerviosa ante las cámaras pero valiente para ejecutar mortales en la viga de equilibrio, le dedica tres horas y media a los duros entrenos de este deporte, y lo hace de lunes a sábado.
Todo empezó en 2014, cuando su madre María Eugenia la llevó a clases de baile, pero fue la gimnasia la que finalmente capturó el corazón de Gabby para siempre.
La pequeña considera el Polideportivo de Ciudad Merliot como “su segunda casa después del colegio me vengo a gimnasia, no paso por mi casa, vengo con el uniforme, aquí me cambio, y las tareas las hago en la noche al llegar a las casa, como a las 8 p.m.”.
Su pasión por la gimnasia se equipara, tal vez, con su calidad académica. Cursa sexto grado en el Colegio La Floresta y su promedio académico es de 9.4. La gimnasia “es un premio a las buenas notas”, explica su mamá.
Después de cuatro años de entrenarse en los movimientos del salto en potro, piso, viga de equilibrio y barras asimétricas de la rama femenina, Gabby ya tuvo la oportunidad de ser campeona nacional en categoría 9-11 años, y además ha representado a El Salvador con gran trabajo en torneos internacionales.