Eduardo Lindo parece un típico salvadoreño, no muy alto, con una voz suave y muy calmado. Está en el Gimnasio 300 de Artes Marciales Mixtas, en la colonia Las Mercedes de nuestra capital, y pronto dará una clase sobre Muay Thai, un deporte de combate tradicional originario de Tailandia. ¿Qué hace un salvadoreño enseñando lo básico sobre las peleas que a diario se viven en ese país asiático?
Pasan los minutos, y, tras una breve charla y calentamiento, en un par de segundos lanza cinco patadas con la derecha y otras cinco con la izquierda, a una velocidad asombrosa. Lindo ha vuelto a sus orígenes. Está en el país para enseñar un poco de este deporte en uno de los gimnasios a donde se inició como deportista, y que, tras varias vueltas de la vida y con gran esfuerzo, le llevaron a ser entrenador de una franquicia de la UFC en Taiwán.
La UFC, o Ultimate Fighting Championship, es la mayor empresa de artes marciales mixtas del mundo, y allá, en esa isla asiática, entrena Eduardo, de 26 años.
Comenzó haciendo karate con el sensei Óscar Aguilar, en una época en la que la película Karate Kid era famosa, y por lo que a sus padres les gustó la idea para que agarrara un poco de confianza y disciplina.