Las series de comodines dejaron dos grandes sorpresas: los Titans eliminaron a los vigentes campeones, los Patriots del mítico QB Tom Brady; y los Vikings dejaron en el camino a los Saints de otro mariscal icónico, Drew Brees. Ambos equipos intentarán seguir sorprendido a la NFL hoy, cuando choquen ante los favoritos de sus rondas divisionales, por la Liga Nacional.
A las 3:35 p.m., los 49ers reciben en el Levi’s Stadium a los Vikings, en una serie marcada por un enorme favoritismo que pesa sobre los de San Francisco.
Se han enfrentado cinco veces antes en postemporada, y los vikingos ganaron solamente una vez y perdieron las otras cuatro. Hay que retroceder a 1988 para encontrar esa victoria de Minnesota.
Los números actuales dejan clarísimo por qué San Francisco pinta para ganar sin problemas este juego: es local, los Niners son la segunda mejor ofensiva en puntos anotados de la liga, es la segunda mejor ofensiva por la vía terrestre y la cuarta más productiva en yardas totales.
Toda su producción sale del mariscal de campo Jimmy Garoppolo (28 años), que ya estuvo en ocho juegos anteriores en postemporada pero los vio desde el banquillo, y que hoy saldrá con la motivación de ser titular por primera vez.
En el otro factor del juego, los Niners también salen con números de respeto, pues son la segunda mejor defensiva en yardas totales, así como la más efectiva contra el pase de los contrarios. Seguro tomarán nota de lo peligroso que puede ser Dalvin Cook en el juego por tierra de Minnesota, e intentarán presionar rápido al QB Kirk Cousins.
San Francisco cerró la fase regular con 13 victorias y sólo 3 caídas en la Conferencia Nacional.
En la otra serie, los Ravens del QB Lamar Jackson (23 años) reciben en el M&T Stadium de Baltimore a los Titans para poner fin a sus sueños.
La clave de Baltimore será contener al inspirado mariscal Ryan Tannehill, quien desde que recibió asumió la titularidad en Tennessee ha logrado que el equipo promedie 30.4 puntos por partido. Otra preocupación para los Ravens será Derrick Henry y sus acarreos. En el papel, sin embargo, los de casa salen como grandes favoritos.