José Manuel Campo, de 16 años, practica desde hace ocho la natación, su gran pasión. Cuando tenía siete años acompañaba a su mamá a hacer ejercicio; una vez, cerca de las piscinas, el instructor de ella le dijo que metiera a sus hijos a clases de natación. Fue en las piscinas de Don Rúa. Y lo demás es historia.
“Mi rutina es primero natación y luego gimnasio de lunes a viernes, el sábado solo entreno en agua. Me despierto a las 4:00 a.m. luego voy al Colegio Especializado en Atletas de Alta Competencia de FESA, termino clase a las 2:00 p.m. y luego dejan a todos los atletas en sus respectivos centros deportivos. Es entonces cuando me preparo para mi entreno. Los entrenos se dividen por estilos o especializaciones, una pizarra nos indica el entreno, pero por ahora me enfoco más en estilo libre. Luego con el preparador físico hacemos gimnasio; lunes, miércoles y viernes hacemos piernas, y martes y jueves hombros y brazos”, asegura.
Campo empezó a nadar en 2011 y el profesor le animó a que se federara en 2012. En El Polvorín tuve su primera competencia federada, tuvo muchos nervios y no ganó. Pero luego recuerda que se propuso a ganar y en noviembre de 2012 logró ganar su primera competencia. “Tiene 300 medallas y 24 trofeos, los últimos tres en aguas abiertas”, dice su padre, José Manuel Campo Müller.
El entrenador del joven nadador le animó a que probara aguas abiertas y en el año pasado fue al último ranking de 2019 e hizo las dos pruebas, tanto de 3 como de 5 kilómetros. Vieron que se le daba bien y le aconsejaron que entrenara más; y ya este año fue a la prueba de 5 Km y ganó el primer lugar (en el Lago Coatepeque) contra 30 competidores.