Luego de una apretada temporada 2018, que considera la mejor de su carrera, el tenista Marcelo Arévalo se prepara para 2019, con el objetivo de seguir posicionado como la mejor raqueta del país, y buscando que El Salvador vuelva a la Zona 2 Americana, de la Copa Davis.
Después de nueve años sin realizarse, la gala de la Espiga Dorada volvió más fuerte y para quedarse. Este 4 de diciembre fueron premiados no solo los mejores atletas estrellas y novatos por federación, sino que fueron entregados otros reconocimientos especiales.
“Ha sido un año muy agitado, lo resumo como el mejor año tenísticamente, y espero que vengan muchos mejores. Se ha dado el ir creciendo como tenista y persona, pero siempre con los pies en la tierra y las cosas se dan por el trabajo de uno y por Dios. Ser el máximo referente del tenis en el país me motiva y me alegra, para hacerlo de la mejor manera y ser un ejemplo”, comentó el salvadoreño.
Según agregó, su mejor momento en el año fue en el “ATP de Los Cabos, con Miguel Reyes-Varela, fue algo histórico, porque me convertí en el segundo centroamericano en tener título ATP”, dijo.
En su resumen de 2018, el sonsonateco valoró que fue “por los resultados obtenidos”, y en ellos desglosó el haber ganado “dos títulos Challenger en singles, siete Challenger en dobles, final y título de ATP 250, la tercera ronda en Roland Garros, y el segundo partido más largo en la historia de Wimbledon”.
Para el año que viene, contó en qué torneos se enfocará para jugar: “El ranking en dobles me da la opción de jugar torneos más altos que los Challenger, pero vamos a tratar de jugar lo más arriba posible. Vamos a tratar de jugar en los torneos más grandes, que es donde están los mejores del mundo”.