El Polvorín: Un velódromo y piscinas a las que ya pasan los años por encima

A simple vista, se practica sin problemas bádminton, nado, natación artística, clavados, ciclismo de pista y patinaje. Pero una inspección más profunda al inmueble, revela serios problemas y la necesidad de millonarias reparaciones

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Así está la alfombra de la plataforma más alta de clavados, que da una vista general del Complejo Deportivo Ex-Polvorín / Foto Por EDH - Marcela Moreno

Por César Najarro | Twitter: @cjnajarro

2019-06-12 6:44:38

SAN SALVADOR. En una buena mañana, las instalaciones de natación, en el complejo deportivo conocido como Ex-Polvorín, pueden reunir a unos 150 o más niños procedentes de escuelas de la zona. Por la tarde, muchos atletas federados utilizan las piscinas, incluida la que sirve para natación artística y clavados.

También hay atletas no videntes, o de olimpiadas especiales, que realizan sus rutinas ahí. Incluso, personal de Cruz Roja se prepara en el recinto ubicado en San Jacinto, en cierto tiempo del año, para el “Paso del Hombre”.

En el extremo más al sur, una gigantesca “bodega” sirve para el bádminton. Casi todo parece en orden. Hay gente limpiando piscinas, a diario se toman muestras para medir acidez y cloro, y tienen control rutinario también con evaluación pertinente del Ministerio de Salud.

En algún momento, esto fue el cuarto de jueces de ciclismo. Por años, la Federación reportó los problemas al INDES, según su personal. Con cada tormenta se filtra el agua. Foto EDH / Marcela Moreno

La limpieza es aceptable tanto en estos sectores visibles para el público como en la zona de ciclismo, más al norte, casi por la entrada al complejo. Ahí, en el velódromo se puede ver a los ciclistas por la tarde sin mayor dificultad, y en el anillo central, los niños de patinaje ruedan de un lado a otro sin parar.

Operativamente, el complejo luce mucho mejor que la Villa Centroamericana y que el Palacio Nacional de los Deportes.

Pero hay serios problemas estructurales que tendrán que enfrentar las nuevas autoridades. Más allá de la necesidad de curar paredes con filtraciones de agua, cambiar techos rotos o con goteras; más allá de limpiar algunas zonas, reemplazar sillas y equipo oxidado, pintura general y algunas reparaciones considerables, según explica el administrador Menfis Rodríguez, de fondo hay una situación millonaria que subsanar.

Para los Juegos C.A. de Tecla 2021, por ahora no hay otro velódromo más que el de San Jacinto, y ahí se encuentra también la única piscina para clavados y para natación artística. Hay 2 situaciones críticas, si es que no se crean nuevos escenarios para estos deportes, que entran dentro del programa de estos Juegos Centroamericanos.

Cajas de gaseosa hacen las veces de rejillas en las piscinas del complejo para que los niños no tropiecen o caigan. Foto EDH / Marcela Moreno

Uno es con el sistema de las piscinas: está obsoleto y ya no funciona al cien. “Esto es como un carro. Se le ha dado mantenimiento por años, pero llega un punto en el que hay que cambiarlo. Esto ya tiene más de 18 años”, añade.

Aunque no hay de por medio un estudio ni licitaciones, “me aventuro a decir que se necesitaría una inversión de unos $5 millones. Los sistemas son caros, por eso no se han cambiado. Hay un motor que apenas funciona, hay que cambiar las tuberías, sistemas de agua, y reparar algunas fugas mínimas. Ya no está solo para mantenimiento, sino para cambiarse”, explicó Rodríguez.

Al subir por la plataforma de 3 niveles para clavados, se observan grietas en la estructura, aunque no son de temer por eso de los temblores. Sin embargo, no es solo cuestión de ponerle pintura encima. Igual en la plataforma para el público de natación, en el segundo nivel, tiene filtraciones en el subsuelo que han dañado la parte de los techos de las oficinas de natación, entre otras del sector. “No hay grietas importantes, sino filtraciones por lluvia”, matizó el administrador.

Cerca de la plataforma hay una serie de cuartos. Una bodega prácticamente abandonada. A la par, un sector que el Indes otorga a un profesor de taekwondo para que brinde clases privadas. El cielo falso de esta parte no existe en algunos sectores, y, al interior, en un “muro” de madera que alguna vez utilizó el Pentatlón Moderno (prácticamente desaparecido del mapa nacional), ahora cuelga equipo de taekwondo. Parte de esa madera tiene polillas.

Vista panorámica de las instalaciones del Complejo. Foto EDH / Marcela Moreno

Justo a la par, dos cuartos han servido en el pasado como albergues cuando para tormentas como Stan. Más allá del polvo y colchonetas amontonadas, son funcionales. A unos metros, aparece la gran “bodega” de bádminton. El mayor problema ahí, además de la inadecuada ventilación, tiene que ver con unos agujeros en el techo, altísimo. “Sí, hay filtraciones de agua por esos orificios. Es que aquí llueven balas por la noche, ninguna piedra te hace eso, y no hay árboles en ese sector, sino que tendría que ser un proyectil”, contó Rodríguez al respecto.

Enfrente de esta estructura está otra piscina, la pedagógica, y las oficinas de la federación de vela, de bádminton y unos baños. Abajo de todo esto, una serie de materiales que las federaciones del lugar han ocupado y que, como pueden, han “acomodado”.

Sin duda, el mayor problema lo tienen con el equipo especial para las piscinas, un equipo que, si se quiere seguir utilizando, más temprano que tarde el Indes tendrá que reemplazar, sobre todo si finalmente se disputa en este sector algún deporte de los Juegos C.A.

En este sector había un sauna para los atletas de ciclismo, pero se echó a perder porque nunca se repararon las filtraciones del techo. Foto EDH / Marcela Moreno

Otra inversión millonaria

Del otro lado, en los sectores de ciclismo y patinaje, todo parece en orden, más allá de falta de pintura y necesidad de cubrir una estructura metálica que separa dos muros.

Adentro de las instalaciones, es otro mundo. La Federación de Ciclismo funciona con cierta normalidad, pero lo que antes fue un espacio con sauna para los atletas, ahora es un sitio inhabitable. Los cuartos de a la par sirven de bodega, pero ahí, donde estuvo el sauna y se dejó perder, solo hay basura y agua acumulada. Lo mismo en otro sector que alguna vez fue el cuarto de jueces y de control de la pantalla (inservible, por cierto), así como en el sector del taller de reparación de bicicletas.

Parte de las grietas que tiene la pista de ciclismo de velocidad que se practica en el Velódromo Nacional Evelyn García. En algunos sectores hay hundimientos importantes y hasta agujeros. Foto EDH / Marcela Moreno

No ha sino una, ni dos, sino varias ocasiones en las que se han reportado estos problemas a Indes, según personal de la federación. Las inspecciones llegaron, hasta ingenieros, pero nada pasó, más que el abandono. Y el material se ha ido dañando cada vez más. Vale recordar que el presupuesto de Indes a las federaciones es para desarrollo deportivo y administrativo, y que es el Indes el que se encarga de la infraestructura que presta a las distintas federaciones.

De cara a los Juegos de Tecla, la mayor inversión en ciclismo sería la pista. Un recorrido de 15 minutos basta para toparse con hoyos con desniveles, con un pavimentado que, en palabras del gerente técnico Mario Contreras, “no pasa aval para que se hagan acá unos Juegos”.

Hay 2 opciones: quitar todo el cemento y reemplazarlo, lo que implica una inversión millonaria. O crear un nuevo velódromo, de madera, más pequeño, como los modernos del mundo. “Hace unos años consultamos cuánto costaba uno, eran $12 millones”, dijo Contreras. Síntoma de un Ex Polvorín que, está claro, ya está “quemado”.