De una manera accidental, ya que la lesión de Oleksandr Usyk impidió su debut en los pesos pesados como una pelea estelar, el joven estadounidense Devin Haney supo aprovechar el percance para mostrar una gran actuación y vencer al mexicano Antonio Morán para mantener a salvo su cinturón del peso ligero Internacional del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) con un nocaut que pasó a la viralidad por la potencia del impacto.
Haney (22-0-0, 14 KOs) hizo estremecer al mexicano en el cuadrilátero del MGM National Harbor, en Oxon Hill, para demostrar que a sus 22 años tiene mucho por ofrecer en el boxeo internacional, además de contar con un doblete de cinturones, como son el del CMB y el peso ligero Intercontinental de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
A pesar de ir ganando en las tarjetas, tras seis rounds, en el tramo final del séptimo, Haney primero impactó con un golpe sobre el abdomen de Morán, que le hizo bajar la guardia, y remató con un gancho directo al mentón que lo derrumbó por completo al mexicano y le dieron la victoria por la vía del cloroformo.
“Sé que lo lastimé con el primer disparo. Mi papá siempre me dice que, cuando le haces daño, vaya directamente al cuerpo. Así que fui al cuerpo y luego fui por encima. Supe cuando aterricé y vi su expresión facial que estaba fuera”, expresó el luchador, posterior al combate.