Con un vistoso cuadrangular de béisbol infantil la Liga Zacamil celebró sus 47 años de trabajo en la populosa Colonia Zacamil de Mejicanos, organización deportiva que fundara el recordado Ricardo “Zurdo” Rosales, y que desde el año 1974 viene formando a niños y jóvenes en el maravilloso mundo del béisbol, alejándolos de los malos pasos y abriéndoles una puerta para su desarrollo integral como deportistas y buenos ciudadanos.
Los chicos de las academias Santa Ana, Agabeisi, Soyapango y Zacamil disputaron el torneo relámpago en el terreno del Mini Estadio, con peloteritos de 9 a 11 años de edad. La novena occidental de Santa Ana se alzó con el título de campeón al vencer en el juego final a las ardillas de Agabeisi 11 carreras por 2. Previamente, Agabeisi había dejado en el terreno 11-10 a Soyapango en la ronda inicial, así como Santa Ana se impuso a los anfitriones 7-6.
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Como parte de los actos protocolares, el editor de la sección deportiva CANCHA, y residente de la zona, Wilfredo Hernández hizo el lanzamiento de honor y Rubén Rosales, hijo del “Zurdo”, se paró con el bate en plato. Los organizadores informaron que este tipo de cuadrangular se realizará todos los años a finales de noviembre para celebrar cada aniversario de la Liga.
Bajo el lema: “Un deportista más, un delincuente menos”, Rosales padre encabezó a un grupo de amantes de la pelota que fundaron en el corazón de esa localidad un espacio de entretenimiento y enseñanza en el mundo de la pelota chica.
“Cuando vine a la Zacamil noté el predio baldío, hablé con Ángel Duarte, y junto con otros amigos fuimos a hacer gestiones en el IVU, que nos dio el terreno en comodato”, explicaba hace unos años Rosales padre a un periódico nacional, así como recordó en aquella ocasión que quería llamar al Mini Estadio La Cherada.
Sin embargo, fue sorprendido por sus amigos, quienes lo bautizaron con su nombre al complejo ubicado detrás del Hospital Nacional Zacamil Dr. Juan José Fernández.
Tras décadas de intensa labor en la formación de jugadores, se retiró. “La creación de esta Liga contó con el valioso aporte altruista de varias personas como don Jorge Bahaía padre, don Carlos Calderón padre y don Mauricio Loucel, entre otros”, recordó su hijo Rubén.
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De entre los miles de jugadores que se han formado y dado sus primeros pasos entre las rayas de cal del emblemático estadio destacan los nombres de Wilfredo Flores, Óscar Ruiz, algunos campeones centroamericanos en Honduras 1990, así como peloteros que llegaron a firmar al profesional años más tarde como William Ponce (Jugó en ligas menores con San Diego entre 2002 y 2005), o peloteros de gran relieve en los últimos años en la liga mayor de El Salvador como los hermanos Velasco (Mario Neftalí, Andrés y Santiago).