En honor a un grande del baloncesto de El Salvador, Roberto el “Ratón” Selva

Roberto Selva cambió el deporte del baloncesto en El Salvador y se convirtió en la figura más destacada de un cambio de generación en los años 50

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Roberto Selva (centro), abanderado en un evento deportivo centroamericano en Costa Rica Acompañan Pío Salomón Rosales y "Chino" García (der.). / Foto Por Cortesía Antonio Cabrales

Por Antonio Cabrales / Colaborador

2020-07-04 4:00:26

Hace dos meses, murió Roberto Selva uno de los “Basketbolistas” más destacadas en la Historia de El Salvador. Debido a esta desafortunada Pandemia de COVID-19, su muerte ha pasado un tanto desapercibida. Este historial trata de recordarlo y hacerle honor. Fue en 1953 que recibí una llamada de Napoleón Duarte (expresidente), apasionado por el Basketbol y dirigente con Enrique Álvarez Córdova, del Club Arco Iris de Basquetbol.

Me dijo: “Te necesitamos, que vengas para reforzar nuestro equipo ya que vamos a jugar contra el BUI-TRES, Campeón Nacional por 20 años. Únicamente debes venir por una semana, te mandaré tu pasaje de avión por TACA”.

Yo jugaba con mi equipo de High School Saint Martins, que había sido campeón en la ciudad de New Orleans, Louisiana. Había sido selecto ALL METROPOLITAN en esos tres años y alguien le había informado a Napoleón. 15 días después me estaban recibiendo en el Aeropuerto en Ilopango. Yo tenía 17 años, y esta era la aventura de mi vida, pues había vivido en los Estados Unidos de América desde los 6 meses de edad, el idioma español no lo hablaba muy bien.

Roberto Selva junto a Antonio Cabrales, hace unos años.

En el primer día de entreno conocí a Roberto Selva y desde ese nos hicimos amigos. Me gustó mucho su forma de ser, pues era: competitivo, disciplinado, respetuoso y de buenas costumbres, no fumaba ni bebía alcohol, con lo cual yo congeniaba. Además, conocí a Pio Salomón Rosales, Tatum Pereira y Roberto Cucalón, Pachín Ibarra y otros.

Roberto y Tatum eran estrellas de su equipo colegial el Liceo Salvadoreño; Pío era Estrella del Instituto Nacional y Cucalón, de un Colegio en San Miguel. Con este pequeño grupo como titular del Arco –Iris le dimos riata a las vacas sagradas del Basket Nacional como Neto Rusconi, Adolfo Pineda, N. Escalante, Chino García, Hans Bodewing, etc., el Bui-Tres, al ganar dos partidos consecutivos y hacer innecesario jugar al tercer partido para quedarnos como campeones nacionales.

Antonio Cabrales lanza de manera típica previo al “JumpShot”, en 1953.

Vale la pena recalcar que este pequeño grupo del Arco – Iris se volvió el grupo Elite de la Selección Nacional que, 12 años después, fue a ganar los VIII Juegos Centroamericanos y del Caribe en Venezuela, después de haberle ganado a Colombia, Panamá y Puerto Rico. Fue una hazaña increíble sin poseer jugadores de gran estatura. Roberto Selva fue el eje del equipo salvadoreño.

En 1954, regresé a formar parte de la Selección Nacional e introduje el famoso tiro “JumShot”, que revolucionó el Basketball en el mundo entero. Antes solo se levantaba con una pierna y se tiraba de dos manos. Roberto Selva aprendió rápidamente el “JumpShot” y esta fue su arma letal en toda su trayectoria. Recuerdo que me dijo: “¿y esto cómo es?”. Empezó a fortalecer las piernas y a hacer flexiones hasta con pesas livianas y llegó a dominar el “JumShot”. A Roberto le trajo mucha gloria esto en el Basketball salvadoreño.

Que en paz descanses, Roberto.

La Frase

"Fue una hazaña increíble ganar el oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Venezuela sin jugadores altos. Roberto Selva fue el eje del equipo"

Antonio Cabrales, exbasquetbolista

Juego especial para José Adolfo “Chorro de Humo” Pineda, al centro, con sudadera negra.

 

Cucalón, Selva, Tatum Pereira, Pío Salomón y Tony Cabrales, equipo que derrotó al Bui-Tres y que se convirtió en la base de la selección nacional.