La montañista salvadoreña Alfa Karina Arrué revela cómo fue su encuentro de frente con la muerte

La montañista cuscatleca contó su odisea en su intento por subir el Monte Everest, antes de volver en los próximos días a territorio salvadoreño

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Alfa Karina Arrué durante su trabajo de escalada en el Monte Everest. Foto: Cortesía INDES

Por César Najarro | Twitter: @cjnajarro

2021-05-27 4:00:42

La salvadoreña Alfa Karina Arrué quedó a 800 metros de lograr escalar el punto más alto del Monte Everest, pero el clima no permitió que terminara su odisea. Alcanzó el campo 4 del Collado Sur, a 8063 metros sobre el nivel del mar, a donde experimentó temperaturas de -46 grados centígrados y vientos de 150 kilómetros por hora, lo que la llevó a desistir de culminar y tuvo que descender.

Ahora se encuentra ya en Thukla, una de las aldeas más cercanas al campo base sur del Everest, según información del Indes. “En 10-12 horas llegaba a la cumbre. He llorado tanto, pero Dios sabe lo mejor siempre”, reflexionó Arrué.

Pese a darlo todo, la salvadoreña no pudo ir hasta la cima del Monte Everest por el duro clima

La salvadoreña continuará hoy su descenso, espera pasar la noche en Namche Bazar y mañana llegar a Lukla, para tomar el vuelo a Katmandú el 30 de mayo. Si el plan original se mantiene, Alfa Karina estaría llegando al país el próximo 6 de junio.

“Al llegar a Katmandú tengo que revisar el itinerario, porque no sé si han cancelado el vuelo por las restricciones en Nepal. Todo el camino de regreso ha sido bajo nevada y, después, bajo lluvia. Terrible”, dijo.

Arrué comenzó su odisea un 22 de marzo, y se instaló en el campo base el 11 de abril. Desde ahí, intentó dos veces en convertirse en la primera salvadoreña en hacer cumbre en el Everest, pero las condiciones no se lo permitieron, aunque sí logró escribir una página histórica, al ser la primera nacional en llegar tan arriba.

Alfa Karina Arrué durante su trabajo de escalada en el Monte Everest. Es la salvadoreña que más lejos ha llegado en ese monte. Foto: Cortesía INDES

"Un día sentí que iba a morir. La segunda vez, cuando alcancé el campo 4, mientras me quitaba los crampones, en cuestión de minutos mis pies empezaron a congelarse, y eso que estaba con las botas y el traje especial”, narró.

Y, en su primer intento, una tormenta atrapó a Alfa Karina a la mitad de una inmensa pared de hielo. “Nunca en mi vida había tenido miedo de morir. Hasta ese día. Viera qué terrible la tormenta. No miraba nada, solo la cuerda. Y si dejaba de moverme, iba a morir congelada”.

“Acá está terrible lo del COVID. Todo el campo base se contagió. De mi grupo todos se enfermaron, menos yo. Incluso los sherpas también se contagiaron”, lamentó Alfa Karina, quien ya había sufrido con el virus antes de viajar. “... Tuve el virus antes de viajar, quizás eso me dio algo de inmunidad”, contó.