Platicamos con la ultra triatleta Aixa Martínez, quien rompió marca mundial el pasado año en dicha modalidad. Este fin de semana se propuso a correr por 24 horas continuas en el estadio “Mágico” González, y lo consiguió entre sonrisas y mucha afectividad de parte del público que se hizo presente.
Hay quienes se animaron a acompañarle unos minutos, otros horas, otros solo la saludaron y alentaron, pero todo eso fue combustible puro para liquidar tan exigente reto.
Inició a las 4:00 p.m. del sábado y terminó a las 4:00 p.m. del domingo. Fueron las 24 horas más largas de su vida, pero también las más satisfactorias. Se le viene el Doble Ironman en tierras estadounidenses en unos días, y este ensayo le dejó la satisfacción total de saberse capaz para encarar dicha justa.
CANCHA estuvo con ella en la última hora de su particular reto para observar cómo superaba la dureza de los elementos. Hubo gente que se sumó a correr con ella, unos iban detrás, otros a la par, y otros solo aguardaron al momento final para abrazarla, felicitarla, llenarla de besos y motivación pura. Venció el calor, el frío, la distancia, y al tiempo mismo. ¿A quién hay que avisar ahora que Stan Lee falleció para que fichen a esta salvadoreña fuera de serie?
¿Terminó este reto tremendo de 24 horas con molestias físicas?
Sí, cuando llevaba 14 horas corriendo y tuve unos cuantos inconvenientes al correr, tuve problemas en una de mis rodillas relacionados con el ligamento; nunca tuve un malestar de esos. Me imagino que fue por la carga (física) que nunca había vivido. Sin embargo, disfruté cada instante, no sentí que esto me causara un sufrimiento, pero uno puede seguir con dolor. Nunca estuvo en mi cabeza detenerme, sobre todo en las últimas 10 horas, esto se acaba aunque sea caminando, pero en pie de batalla.
¿Tuvo una preparación especial para este reto o la usual?
La única preparación era confiar en que iba a completar estas 24 horas. Lo más que había corrido eran 50 kilómetros en diciembre, este domingo hice un total de 126 kilómetros ¡así que todo es posible!
¿Qué comió y qué tomó para mantenerse corriendo?
Durante la prueba tomé rehidratantes, agua, jugo de tomate, soda, cerveza, fruta, pizza y leche condensada, cualquier cosa que el cuerpo me diga que necesitara ¡ah, y sopa! Interrumpí solo para ir al baño rápidamente. Ha sido una gran experiencia.
¿Qué habrá para recuperarse, masaje, sauna…?
Pues lo único que espero es ir a meterme a la piscina, relajarme un momento y después podremos ver qué comemos ya de forma más formal. Ya este lunes retomo el entreno para el Doble Ironman en Florida, Estados Unidos.
¿Siente presión por defender su marca mundial?
Como será mi primera carrera continua no lo siento así, pero en las más grandes, las que vienen después de Florida, por ejemplo en el Deca-Ironman, que son diez Ironman seguidos, ahí si voy buscando el récord mundial; también en un Quíntuple Ironman en el futuro, quisiera lograrlo en Florida, pero estará difícil de conseguirlo (risas).
¿Cuáles son sus proyecciones para este Doble Ironman, qué la dejaría satisfecha?
En esta competencia con hacer 25 horas seguidas estaría muy contenta, será un paso más exigido, ahí no creo poder caminar, no pararé. Tendré un staff que estará pendiente de mis comidas y bebidas para no salirme de la carrera, de la pista, eso será fundamental para no perder tiempo en la pista. Si termino con éxito en Florida estaré lista para romper las marcas mundiales en las competencias más largas.
¿Qué sabe de los rivales en Florida?
Serán de Europa y Canadá, así que la exigencia será grande. La siguiente será en Suiza, y ahí sí tendré más conocidos como rivales.
¿Cuál es el mayor obstáculo en el Doble Ironman que disputará?
Conociendo el clima de Florida, quizás el viento, pero no creo que me cueste porque la bicicleta es mi favorita. Lo que corrí ahora me sirvió para medir dónde estoy ahorita, ya con 126 kilómetros culminados en el “Mágico” González, los 84 que me tocan en el Doble Ironman ya se ven chiquitos, estarán más factibles; la distancia la veía con temor. Disfrutaré como en todas la carreras como siempre, aprendo mucho de mí también.
Su principal fuente de inspiración es:
Mi hijo, Ignacio, en el “Mágico” González no se despegó de mí, corrió conmigo 28 kilómetros, tiene ocho años y nunca había corrido más de cinco, que los corrió hace dos años si mal no recuerdo. La energía que el tenía y la felicidad con la que me acompañó me sorprendió ¡me motiva todo el tiempo! Él me ve como una súper heroína, y eso me llena el corazón muchísimo para continuar.
Uno puede ver cómo se prepara físicamente ¿pero y la parte mental cómo la trabaja?
Creo que esto es un 90% mental, yo no estaba preparada para este reto si lo vemos en base a lo que hemos entrenado. Este año solo he corrido cinco veces nada más, y no corrí más de 42 kilómetros de una vez. Para corre esto cualquiera diría ¡no lo va a lograr! pero yo disfruto tanto lo que hago, tengo una fuerte mente y estoy concentrada siempre en la meta. Nunca pongo atención a lo que la gente me pueda decir alrededor, los obstáculos sirven de motivación para aprender a ser más fuerte, para crecer en diferentes áreas. El dolor que tuve no me borró nunca la sonrisa, si un pensamiento negativo me viene a la cabeza intento cambiarlo por cinco cosas positivas o que me hacen felices. Hay altos y bajos siempre, pero con eso presente cambia todo.
¿Cómo va el presupuesto para este año de sus competencias?
No tengo uno para el año, estoy consiguiendo patrocinios. Me han regalado los vuelos para mis carreras, los sprays para calentar y enfriar el cuerpo según lo necesite. Espero que por pruebas como la que he realizado en el “Mágico” González pueda conseguir más patrocinadores, pues este es un deporte muy, muy caro. La inscripción a estas competencias que se vienen también son muy caras.
¿Cuántas calorías logró quemar en este reto de 24 horas?
Alrededor de 20,000 calorías. Da pauta para podernos ir a comer una hamburguesa y un milshake (risas).
¿Tiene una frase favorita para poder motivarse?
“No importa lo que pases, siempre se puede sonreír”. Pueden ver fotos de todo tipo de carreras en las que he participado y siempre me verán sonreír, porque doy gracias a Dios por cada paso que doy, porque sé que es estar en cama. Es una bendición poder estar en la pista y moverme. No importa lo que uno pase, siempre hay algo grande que uno tal vez no vea pero sea privilegiado en sentirlo.
Una promesa para todos los que estaremos atentos a su Doble Ironman
Espero atinarle a mi cálculo de unas 25 horas. Pero promesa para el año es conseguir dos récord mundiales nuevos y finalizar en el año en el Top 3 a nivel mundial. En el 2019 quedé gracias a Dios Top 8 con una sola carrera en la que participé, a nivel internacional, de todas las triatletas.