Óscar Cañas: de la gimnasia a la ingeniería industrial y el crossfit

Practicó la gimnasia por 26 años y compitió para el país hasta en Panamericanos y Mundiales. Retirado en 2011, ahora es ingeniero industrial e instructor de crossfit

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Cañas en el Caballo con arzones. Foto: EDH | Archivo

Por Carlos Vides

2019-04-07 6:30:32

Óscar Cañas fue uno de los impulsores del nacimiento de la práctica de la gimnasia en El Salvador. Para 1987, daba los primeros pasos para fundar su gimnasio, el Gym Ar. Y también nacía por entonces, con el mismo nombre, su hijo Óscar Aníbal. El pequeñito vivió la gimnasia como su entorno natural, y para los 5 años comenzó a tomar más en serio los entrenamientos.

Ese fue el inicio de una carrera de 26 años en la gimnasia artística masculina para Óscar Aníbal, quien siempre estará agradecido por el cariño y cercanía de su padre en el camino de esta dura disciplina.

Óscar Aníbal en entrenamiento junto a su padre, su gran mentor en la gimnasia. / Foto EDH cortesía familia Cañas

“Mi papá siempre fue mi entrenador principal. Ha habido colaboraciones, como los cubanos Elio Montes y Salvador Quiala, pero quien se preocupó siempre por la planificación y mis entrenos fue mi papá”, dice con orgullo Óscar, quien con apenas 14 años dio el salto a la selección nacional mayor para los Juegos Centroamericanos de Guatemala 2001.

También estuvo en 2002 para los Juegos Centroamericanos y del Caribe, desarrollados en nuestro país, “que fue el último año en que como El Salvador presentamos equipo masculino completo”, recuerda.

No esconde Óscar una realidad: históricamente, en nuestro país ha habido pocos gimnastas competitivos en la rama masculina. De hecho, entre 2003 y 2011, su carrera fue pelear los oros nacionales con Roberto Fiallos.

Óscar es instructor de crossfit en La Grotta, gimnasio ubicado en BeSports, en Nuevo Cuscatlán. Foto EDH / Carlos Vides

“Por ahí aparecían Pablo Velásquez, Álex Rivas del retiro o Diego Jiménez. De las seis pruebas por lo general yo ganaba el caballo con arzones, paralela y la barra, a veces el piso. Manteníamos entre amistad y rivalidad con Roberto”, explica.

De los 26 años que practicó la gimnasia, Óscar Aníbal atesora varios momentos especiales. Uno de ellos fue en Río 2007, cuando logró clasificar a sus primeros Juegos Panamericanos. Dolorosa memoria: “el primer día de entrenamiento allá, tuve una lesión de codo, que me dejó fuera de la competencia”, recuerda. No pudo participar. Y la lesión parecía arruinarle otra experiencia, pues había pagado todo por sus propios medios para ir al Campeonato Mundial, en Alemania, ese 2007.

Pero igual viajó, para vivir la experiencia de conocer la gimnasia en otro país, en una cultura distinta. Y gracias al contacto que le hicieron algunos voluntarios, conoció al dueño de un gimnasio en la ciudad germana, donde pudo entrenar por 3 meses, adquirir más conocimientos y recuperarse mejor de la lesión.

Con su esposa Gabriela Hernández | Foto: EDH / Cortesía Óscar Cañas

Los siguientes 4 años fueron durísimos para Óscar Aníbal y su familia, pues cuenta que el apoyo económico de Indes, Federación y Comité Olímpico no llegó. Aun así, batalló para cumplir sus dos grandes metas de 2011: otro Campeonato Mundial, en Tokio, Japón; y sus segundos Panamericanos, en Guadalajara, México. Ambos fueron en octubre de ese año.

En suelo nipón, logró terminar en el puesto 149 entre 262 atletas en el “all around”, en una digna participación. Y después, al fin, compitió en Panamericanos, entre los mejores gimnastas del continente.

“ Llegar a Guadalajara, poder participar y sacarse esa espinita, superar temores y culminar ahí, fue excelente. Pude pasar a finales, y fue satisfactorio para cerrar. En la suma del ‘all around’ pasan los 24 mejores, y quedé en el puesto 19”, narra.

Su siguiente meta era Olímpicos, pero sabía que la falta de apoyo no le permitiría alcanzarla, por lo que decidió retirarse de la gimnasia como atleta activo. Aunque siempre siguió manteniendo su condición física, y ahora es un enamorado del crossfit.

Estudio y deporte

Óscar Aníbal es un ejemplo de que el deporte se puede llevar de la mano con el estudio. Se recibió de bachiller del Santa Cecilia en 2004, y después batalló de 2005 a 2011 para graduarse como ingeniero industrial de la UCA, al mismo tiempo que competía en distintos países.

En 2012, se tomó un año sabático y lo invirtió en una inquietud que tenía: integrar el show internacional Cirque du Soleil. Fue a dos audiciones y pasó por pruebas, pero entendió que la opción de ser elegido era un 50-50, por lo que decidió quedarse con la experiencia y comenzar a buscar trabajo formal como ingeniero.

Después de pasos fugaces por Almacenes Simán y el operador logístico Yobel, trabajó de 2014 a 2017 en la planificación de mantenimiento de aviones con Avianca. Hasta que hace dos años se cambió y es “planificador de producción para la línea arquitectónica en Sherwin Williams. Estoy a cargo de indicarle a la fábrica cuándo y cuánto hacer, y qué producto, de acuerdo a cómo se está comportando en el mercado de la región”, explica. A la par, lleva su gran pasión por el deporte, pues es instructor certificado de crossfit y trabaja en La Grotta, Nuevo Cuscatlán.

Perfil y triunfos

Nombre: Óscar Aníbal Cañas Figueroa
Data: 11 de noviembre de 1987, san salvador
Edad: 31 años
Estado Civil: casado con Gabriela Hernández desde 2014
Hija: Esperan el nacimiento de su primera pequeña, Ariela, en junio
Deporte: Gimnasia.
Aparato favorito: Caballo con arzones
Trayectoria: inició en el deporte a los 5 años, y desde 1999 integró selecciones nacionales juveniles. A partir de 2001 compitió a nivel mayor, hasta su retiro en 2011.
Eventos: Óscar representó a el salvador en distintas competiciones internacionales. destacan 2 campeonato del mundo de gimnasia artística (Stuttgart 2007 y Tokio 2011), así como dos panamericanos (río 2007 y Guadalajara 2011) y tres juegos C.A. y del Caribe (San Salvador 2002, Cartagena de Indias 2006 y Mayagüez 2010). múltiple campeón nacional en distintos aparatos entre 2003 y 2011.