Entrenadora de atletismo llora al narrar cómo gerente la insultaba

Sandra Valiente acusa a Roger Manzur de haberla hasta insultado verbalmente. Un juzgado ordenó medidas preventivas contra el gerente, quien niega los señalamientos.

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Sandra Valiente (Izq.) y Roger Manzur son los protagonistas de este problema dentro de la FSA. / Fotos EDH cortesía

Por Carlos López Vides - Twitter: @Celvides

2019-02-08 6:47:58

La Federación Salvadoreña de Atletismo tiene una papa caliente en sus manos: la entrenadora Sandra Valiente demandó al gerente Roger Manzur por maltrato laboral, y el Juzgado Especializado de Instrucción para una Vida Libre de Violencia y Discriminación para las Mujeres, de San Salvador, ya giró medidas de protección para la ex atleta, las cuales iniciaron en noviembre de 2018 y finalizarán el 15 de marzo del presente año.

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El Diario de Hoy conversó con ambos protagonistas, así como con la abogada de Manzur, Emma Álvarez, para que la familia del atletismo salvadoreño en general pueda conocer las dos versiones. En medio del refuego quedan, como siempre, los atletas. Entre ellos el vallista Pablo Ibáñez, quien es entrenado por Valiente y es una de las cartas fuertes para asistir a los próximos Juegos Panamericanos de Lima 2019, en Perú, en julio.

Entre las medidas de protección que Manzur debe cumplir están las siguientes, según el documento dirigido a la Policía Nacional Civil que mostró la entrenadora Valiente.

“Se ordena que (…) se abstenga de hostigar, perseguir, intimidar, amenazar o realizar otras formas de maltrato en contra de Sandra Valiente”.

“También se entienden por actos de hostigamiento el obstaculizar el desarrollo pleno de sus funciones laborales, uso de instalaciones deportivas, material didáctico (…), accesorios e implementos”.

“Se le prohíbe (…) amenazar a la señora (…) tanto en el ámbito público como laboral”.

“Se autoriza a la PNC que puedan hacer uso del allanamiento de morada, cuando por violencia laboral ejercida (…) se arriesgue gravemente la integridad física, sexual, psicológica y matrimonial (de la entrenadora)”.

La versión de Sandra Valiente, entrenadora: “Roger me insultó y en la federación se quedaron como si nada”

Cuando Sandra comenzó a sentirse mal por actitudes y palabras del gerente Manzur, alertó. “Avisé a la junta directiva de la federación, en constantes reuniones, también en aspecto individual. Algunas por WhatsApp, otras con ellos directamente”, explica, y añade que lo hizo saber directamente al presidente de la federación, Juan Carlos Ramírez.

La exdeportista en pesas y atletismo, de 56 años y con experiencia desde 1986 como entrenadora, buscó auxilio a mediados de 2018 en el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (Isdemu).

Espera 12 segundos, con lágrimas en los ojos, para describir un incidente: “Fue aquí (FSA), en una reunión de trabajo, donde estaba la gerencia administrativa y otros técnicos, donde me dijo que era una pendeja, lameculo y chupahuevos. Fue en junio 2017”.

Al preguntarle cómo era antes su relación con Manzur, quien llegó a la FSA como gerente en 2014, aclara que al inicio fue cordial, ya que antes fueron compañeros como seleccionados de atletismo en un corto periodo.

Pero describe que Manzur comenzó a bloquear a sus atletas, a limitar su uso de material y espacios deportivos para entrenar; a vetarla para viajes y capacitaciones; a no brindarle trato equilibrado en cuanto al resto de entrenadores; a cuestionar su capacidad: “Cuando yo mandaba los planes de entreno, (Roger decía) que no servían. Todo lo que hacía estaba malo”, explica.

Imagen de Sandra durante los pasados Juegos C.A. y del Caribe de Barranquilla 2018. / Foto EDH cortesía

Hasta que, en julio de 2018, ocurrió otro incidente fuerte: “Me insultó en Barranquilla (en el aeropuerto, tras los Juegos C.A. y del Caribe en Colombia), por pedir comida para mis atletas. Yo me quedaba con cinco atletas y ellos (Manzur más otros delegados de la FSA) se iban a ir a Cartagena a pasear. Me iba a quedar en el aeropuerto casi 14 horas sin comida”.

En un documento fechado el 12 de agosto de 2018 y que entregó a las autoridades judiciales, Sandra relata lo siguiente: “El señor Roger Manzur, con voz y forma prepotente levantando su mano y con el dedo índice señalándome donde estaba sentada, expresó lo siguiente: ‘Ninguna pendeja, ni Roxana (administradora de la Federación), ni la junta directiva decide cuánto puto dinero se les da a los atletas, eso lo decido yo”, y se retiró a sentarse en el otro extremo del lugar de espera en el aeropuerto. Yo me quedé además de nerviosa con el miedo y la humillación, pues creí que sería agredida físicamente delante de todas esas personas y grupo de atletas”.

Del Isdemu pasó al Juzgado arriba mencionado, y el mismo ordenó medidas contra Manzur, que finalizan el 15 de marzo.

Sandra, que está en terapia psicológica, dice que de la FSA le pidieron retirar su demanda, pero no lo hará. “Hay muchos de los atletas buenos que se han ido, como los marchistas Ivania Miranda y su esposo (Luis López, olímpicos en Río 2016) que se fueron por el maltrato que han sufrido de ese personaje, porque se cree que es Dios, y protege atletas de sus amigos”.

Valiente sospecha que intentarán despedirla. Mientras tanto, sigue preparando a sus atletas en el Mágico González.

La versión de Roger Manzur: gerente: ““No la he irrespetado, son diferencias en el trabajo”

Roger Manzur explicó que no podía hablar a fondo sobre el caso, por recomendación de su abogada, pero remarcó que no le ha faltado el respeto a la entrenadora Valiente, y consideró que lo que ha habido es diferencias de trabajo entre ellos en la federación.

Manzur no entró en detalle, pero en líneas generales negó que haya maltratado o insultado a Valiente, y explicó que la trata al mismo nivel de exigencia que al resto de entrenadores de la FSA, en cuanto a horarios, presentación de planes de trabajo, evaluaciones, uso de equipo, etc.

Manzur conversa con atletas de la especialidad de campo traviesa. / Foto EDH cortesía

Emma Álvarez, abogada de Manzur, hizo una aclaración: “En el Juzgado Especializado para una Vida Libre de Violencia Contra la Mujer, no solamente ven jurisdicción penal, sino también de tipo administrativo. En el caso concreto de Roger, no se trata de un proceso penal. Que quede claro. Se trata de la víctima que solicita al tribunal especializado medidas de protección; ella utiliza el mecanismo judicial para expresar que en su lugar de trabajo siente algunas circunstancias en las que se siente vulnerada respecto al ejercicio de sus derechos como mujer”.

Añade que “en este caso, el tribunal no lleva un proceso propiamente dicho, sino que abre una diligencia con el fin de otorgarle a ella estas medidas de protección, de naturaleza preventiva, no represiva”.

Por tanto, según Álvarez, las acusaciones de la entrenadora no han sido comprobadas. Es decir, que existan las medidas no colocan a Manzur como culpable, sostiene.

Subraya que a su representado “no se le ha notificado de legal forma sobre estas medidas de protección”; pero explica que el gerente “se ha preocupado de conocer cuál es la situación y por eso me ha contratado. Él nunca ha ejercido ningún acto que se pueda traducir en un acto de violencia (contra Sandra). Él ha actuado normal en su trabajo cotidiano no ha expresado ningún acto de violencia ni a ella ni a otras personas”.

De momento, las autoridades de la FSA no se han expresado públicamente ante esta situación, como tampoco el Comité Olímpico de El Salvador (COES) ni el Instituto Nacional de los Deportes (INDES).