Más lejos, más historia, más gloria para el país. Esos sueños alimentan en el Australian Open al tenista salvadoreño Marcelo Arévalo, que junto al estadounidense James Cerretani está listo para la segunda ronda de llave principal del dobles.
Haber superado en la primera fase a la siembra número nueve ya fue un logro importantísimo. Dejaron atrás a la pareja del holandés Jean Rojer y el rumano Horia Tecau, el martes, en un duro partido que sellaron 7-5, 6-7 (2-7) y 6-3.
Pero quiere más. Sabe que no es lo más lejos que ha logrado llegar en un Grand Slam. En Roland Garros 2018 entraron hasta la ronda de 16, y fue hasta ese tercer escalón que fueron eliminados de la arcilla francesa, superados por el austríaco Oliver Marach y el croata Mate Pavic.
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“Para el siguiente partido, nuestra expectativa es jugar al máximo, dar todo el esfuerzo. Eso hicimos en primera ronda y sacamos un resultado positivo. Lo que venga en adelante será ganancia, ojalá podamos seguir soñando y seguir dando sorpresas en el Australian Open”, comentó Chelo.
El rival de Arévalo y Cerretani se conocería anoche, tras el final del duelo entre los argentinos Durán-Shwartzman y los australianos Ellis y Popyrin.
Del partido anterior, Arévalo aceptó que “cuando perdimos el segundo set, los ánimos estaban un poco bajos, ya que habíamos tenido la oportunidad de cerrar el partido en dos sets. Sabíamos que el tercer set iba a ser una batalla jugando con un equipo de muchísima experiencia. Nos replanteamos, nos dimos cuenta de que estábamos jugando bien, y que si seguíamos jugando así íbamos a tener nuestra chance, y así fue”, dijo. Y en esa línea quiere seguir: a saltar más lejos en la tierra del canguro.