No es un muchacho fácil de detener. Sus volcadas son increíbles y muy efectivas. ¿Te imaginas detener a un oso que entró a la cocina en busca de tu refrigerador? Así de crítico es combatir a uno de los mejores basquetbolistas de todos los tiempos. Un ser humano durísimo de parar en el uno a uno: el gran LeBron James.
James fue a la Final de la NBA por octavo año seguido. De nuevo se puso otra casaca, dejando su hogar en los Cavaliers por segunda ocasión, para sumarse a los Lakers de Los Angeles en el movimiento más importante de la pasada ventana de traspasos.
Desde entonces LeBron ha sido, probablemente, el jugador más dominante de la NBA, y estos últimos años pulió más la herencia épica que se maneja. En todos los ámbitos, fue un año fantástico para James.
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Este es el tercer año consecutivo que LeBron fue seleccionado por The Associated Press (AP) como el “Deportista del Año”.
“Lo describiría como un éxito, porque pude inspirar a tantas personas a lo largo del año”, dijo James a la AP. “Pude volver a China, a París, a Berlín, y abrí una escuela. Y todos esos niños a los que pude ver, en todo el mundo y en mi ciudad, y a los que pude inspirar, ponerlos a pensar que pueden ser mucho más de lo que creen que son capaces. Ese fue mi resumen de 2018”.
James contó con 78 puntos en las votaciones de editores y directores de noticias de Estados Unidos que se dieron a conocer el jueves, para superar a otros “monstruos” como la figura de las Medias Rojas de Boston Mookie Betts, quien se ubicó segundo con 46 votos.
Alex Ovechkin, de los Capitals de Washington, fue tercero, el quarterback de los Chiefs de Kansas City Patrick Mahomes quedó cuarto y el caballo Justify, el ganador de la Triple Corona, fue quinto.
LeBron se convirtió en el tercer hombre en obtener el galardón en al menos tres oportunidades, adhiriéndose a un conjunto de leyendas formado por Lance Armstrong (2002-2005 y a quien le retiraron todos los títulos más tarde), Tiger Woods (1997, 1999, 2000 y 2006) y Michael Jordan (1991, 1992 y 1993).