El presidente de la FST, Rafael Arévalo, destacó el gran 2018 que ha tenido este deporte, donde su hermano Marcelo “ha sido el logro más visible que hemos tenido en el tenis salvadoreño. Toda la vida se había soñado con tener un Top 100 y lo logramos este año. Marcelo se metió 45 del mundo (en dobles), lo pudimos ver en los torneos más grandes que existen en el tenis”, remarcó sobre el ganador de la Espiga Dorada 2018.
Aprovechó Rafael para explicar que la FST apoya a Marcelo, que es tenista profesional, “con un aproximado de 18 a 20 mil dólares al año“, incluido un estímulo de 10 mil 800 dólares por parte del Indes, para que asista a cinco torneos profesionales, de los 35 a 40 que juega. “Esto es lo que Marcelo recibe, de una carrera que cuesta entre 120 mil y 140 mil dólares al año“, agregó.
El resto de fondos necesarios para que Marcelo participe son aportados por la familia Arévalo, explicó Rafael. Y comparó que, por ejemplo, la FST invierte unos 250 mil dólares anuales en el tenis juvenil, y de esa forma en el país se realiza 12 torneos de nivel mundial en la categoría, con cerca de 800 extranjeros visitando El Salvador; además del circuito nacional.
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Lo anterior ha ayudado al repunte de varios atletas, ya que “en juveniles hemos podido ver a Valentina Cruz como la mejor a nivel de Centroamérica y el Caribe, ranqueada 500 en el mundo. Alejandro Licea se coronó número uno en la categoría de 14 años, Diego Durán que ganó evento regional, Matia Cristiani… Ha sido un gran año, con resultados en juveniles y a nivel profesional”, resaltó el ex tenista.
Esta gestión, añadió Arévalo, se ha enfocado en el programa “Tenis al alcance de todos”, para derribar la barrera de que es un deporte elitista: adecuaron 13 canchas públicas en diferentes lugares del país, y así “en Soyapango hay una academia que funciona todos los días; Santa Ana, que rescatamos cuatro canchas de Sihuatehuacán; Sonsonate, Fusalmo (Soyapango) y recientemente en San Miguel. Hemos logrado incrementar 600 federados, niños de 7 a 14 años. Y para 2019 vamos a lanzar un circuito competitivo de minitenis en las diferentes escuelas bilingües del país, para poder abarcar todos los sectores”.
“Vamos a abrir cinco canchas más en esos municipios, como en el Ana Mercedes Campos de Sonsonate”, y les aportarán material deportivo (unas 3 mil 500 mini-raquetas y unas 9 mil pelotas) y capacitaciones para sus entrenadores.
Arévalo agradeció el acompañamiento que han tenido de clubes privados como el Campestre, Tuscania, CDI, Tecleño, Maya y El Encanto para acoger parte de los circuitos nacionales y mundiales que recibe el país, y celebró que esta semana viene un buque con 8 canchas nuevas, gestionadas gracias a la Federación Internacional de Tenis, para sustituir los campos ya desgastados en el Poli de Merliot.
Finalmente, Arévalo remarcó que tienen proyectado para 2019 un sistema de becas “para los cinco mejores niños de cada departamento”, los cuales identificarán gracias a por lo menos tres torneos nacionales. Estos talentos podrían estudiar en FESA o a través de un programa de estudio a distancia, pero vivirían en una residencia en Merliot.