Bryan Rodríguez, el beisbolista y cocinero que sorprende a todos en la Liga Nacional

Líder en efectividad en la Liga Prospectos del béisbol nacional y campeón de la última Liga Nacional

descripción de la imagen

Por Wilfredo Hernández

2018-11-18 9:37:47

Lejos quedan ya los años en los que Bryan Geovani Rodríguez Rosales, “Serapio” para sus amigos, era un niño inquieto en la colonia Zacamil. Esos años que lo pusieron al borde del abismo, de no ser por buenas personas que le ayudaron a encarrilar su vida y le enseñaron que, haciendo las cosas bien, podría llegar lejos en el deporte.

Hoy, a sus 16 años, Bryan ya cuenta con un campeonato en el béisbol mayor con Santa Tecla, con juego ganado en la última jornada a la UTEC incluido, y con el liderato en efectividad de la Liga de Prospectos.

Comenzó en el fútbol por iniciativa de su padre, y pensando que el béisbol “era solo para niñas”, hasta que conoció el deporte por medio de su mejor amigo, José Mario Zepeda, el “Che”.

Reflexiones tras el viernes negro

Una columna de Gustavo Flores

Por él llegó al Mini Estadio de la colonia Zacamil para ponerse a los órdenes de los entrenadores José Luis Marroquín y Rubén Rosales y desde ahí, cuando contaba con 10 años de edad, tomó al béisbol como el deporte de su vida.

Comenzó con un pants regalado por sus amigos que ocupaba todos los días en los entrenos. “Me iba a mi casa y lo doblaba para ponérmelo al día siguiente para volver a entrenar. Ya le había hallado gusto al deporte y me empezaba a gustar”, dice.

“El béisbol es mi vida. Me gusta porque puedo combinar inteligencia y destreza, y porque me ha dado buenos amigos en los que puedo confiar en cualquier juego”, expresa este alumno de sexto grado de la Escuela Perú, aunque acepta que no se le da muy bien eso del estudio.

Se animó por el béisbol y comenzó en el jardín derecho, “adonde empiezan los malos”, acepta con una enorme sonrisa “Serapio”. Luego, a base de sacrificio pasó al campocorto y posteriormente a lanzador, adonde ha cosechado sus mejores éxitos.

Tuvo un paso fugaz por la selección nacional infantil y viajó a Guatemala a los 11 años. “Pero me porté un poquito mal y la federación me castigó. Pero aprendí y acepté mis errores y me volvieron a llamar”, confiesa.

Hace tres meses volvió a vestirse de azul y representó al país en un torneo Williamsport en Panamá, adonde logró salvar un par de juegos, aunque a la novena nacional no le fue muy bien.

Dice Bryan que se siente orgulloso de representar al país en el extranjero y sueña con seguir haciéndolo. “Salir con la selección es una experiencia única y cantar el Himno Nacional de tu país es súper emocionante”, manifiesta.

Con 15 años le dieron la oportunidad de jugar en el equipo Santa Tecla, de la Liga Nacional de Béisbol, y lanzó en el último juego de la fase regular, que ganó al conjunto de la UTEC después de lanzarle un episodio sin carreras.

Bryan, admirador del nacional Raúl Romero y del estadounidense Clayton Kershaw, sueña, ahora sí, terminar sus estudios y seguir jugando al béisbol, aunque acepta que aún le queda mucho por aprender.

Agradece a sus entrenadores y a sus familias por el apoyo y no pierde la esperanza que, por su esfuerzo, logre una beca en Fesa para seguir perfeccionando su técnica y sus ansias de seguir aprendiendo.

Bryan ya no es el mismo “Serapio” de antes, hoy es un muchacho orgulloso por lo que ha logrado y por lo que se viene en su vida.

Su otra pasión: la cocina

Bryan está convencido en seguir con sus estudios y con el deporte. El joven, confeso amante de la cocina, dice que su sueño es poder estudiar Hostelería y Turismo para desempeñarse en su otra pasión, aparte del béisbol.

“Mi sueño es terminar mis estudios, seguir jugando béisbol, casarme y que mis hijos también practiquen el deporte… Quiero estudiar Hostelería y Turismo, cosas así, porque me gusta cocinar…”, acepta.

No quiere dejar escapar la ocasión de agradecerle a las personas que le han ayudado en su vida, y dice que espera no defraudarlos.