La carrera de Vilma Zelaya, ahora de Cardona, estuvo llena de éxitos. Desde los 11 años, en aquella novena de la escuela John F. Kennedy de la Colonia Santa Lucía, como jardinera, hasta su incursión como lanzadora en Pan Lido, ANTEL y por supuesto la Selección Nacional.
Miembro de una gran generación de softbolistas nacionales, como Vilma Ángel Ruiz, Juana Luz Cortez, Doris Avilés, Lesbia Linares, entre otras muchas, Vilma Zelaya supo abrirse campo y destacar en lo más alto del deporte, a base de constancia, sacrificio y el valioso apoyo de su madre, doña Zoila Campos, quien cargaba con ella en los triunfos y las decepciones.
Pasó de los juegos estudiantes para formar parte del equipo Pan Lido, en 1973, y lo ayudó a subir a la Primera categoría dos años después, con el que se quedó jugando durante varios años más.
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Del Pan Lido saltó a la selección nacional, en 1976, para participar en el III Campeonato Centroamericano y del Caribe, en nuestro país. En ese torneo le tocó pagar el derecho de piso y adquirir la experiencia necesaria para, un año más tarde, lograr la medalla de bronce en los II Juegos Centroamericanos.
Más éxitos
Las alegrías siguieron llegando en la carrera de Vilma Zelaya. En 1978 volvió a repetir el bronce con la selección, pero esta vez en Medellín, en los XIII Juegos Centroamericanos y del Caribe, mismo metal que repitió en 1980, en Gaynabo, Puerto Rico, en el VI Campeonato Centroamericano y del Caribe.
Cuelgan en sus recuerdos también sus participaciones en los mundiales de 1978 en el país y el de Taipei, en 1982.
En el sóftbol nacional siguió cosechando triunfos desde la lomita de lanzamientos, por eso, una de las principales novenas en ese momento del sóftbol nacional, ANTEL, la llamó a sus filas para que se hiciera cargo con sus lanzamientos para llevarla a la gloria, corría el año 1980. Un año más tarde levantó la copa de campeón nacional.
Su destacada participación le valió el premio de la Espiga Dorada, en 1981, otorgada por el Círculo de Informadores Deportivos; además de presumir un trofeo como mejor lanzadora del IV Campeonato Centroamericano y del Caribe, en el que impuso el récord de 27 entradas sin otorgar bases por bolas.
A Vilma Zelaya le alcanzó también para cosechar triunfos en el boliche y en el tenis, adonde ostenta dos campeonatos a nivel empresarial representando a ANTEL.
Vilma Zelaya recuerda con nostalgia lo mucho que le dio al sóftbol, sobre todo, muchas amistades.
¿Qué hace?
Vilma Zelaya se retiró del deporte por sus estudios universitarios y luego se fue del país por amor.
Yendo por partes, en 1988, a Vilma se le hacía difícil combinar sus estudios de Licenciatura e Idioma Inglés con los entrenos de su equipo y de la selección nacional. Hubo que priorizar y eligió su futuro académico. Logró coronar su carrera en 1993 y entró a laborar en el Servicio Telefónico Internacional de ANTEL.
Lo segundo, el amor la llevó hasta Suecia. Reside en la ciudad de Lund, ubicada en la región sur del país, desde 2015 junto a su esposo Lucas Israel Cardona Eguizábal, quien al momento de su matrimonio con Vilma contaba ya con 34 años de residir en esa nación.
Actualmente sigue perfeccionando el sueco y tiene planes de trabajar en educación parvularia.
Su amor por el deporte no lo ha perdido, y aunque el sóftbol no es muy conocido en Suecia, Vilma se hizo fiel seguidora del equipo de fútbol Malmo FF, el mismo en el que Zlatan Ibrahimovic hizo sus pininos en el balompié mundial.
Vilma guarda gratos recuerdos de sus amistades en el país, a quienes no mira desde 2013.