Ya inició 2020: ¿con trabajo o excusas?

Antes de arrancar con el trabajo del fútbol salvadoreño en 2020, todos sus implicados debemos meditar

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Foto EDH/David Martínez

Por Néstor Hernández, de Canal 12

2020-01-02 9:44:26

Cuando planteo meditar, me refiero a contestar a las siguientes preguntas: ¿Qué resultados tuvimos el año anterior? ¿Ya hicimos los cambios que tanto pedimos para lograr grandes hazañas?

Cada vez que recibimos un golpe deportivo a nivel internacional, como las derrota de la Selecta 4-0 contra Honduras en Copa Oro, más el 1-0 en República Dominicana, lo primero que exigimos, pedimos, quizá hasta suplicamos, son verdaderos cambios en el fútbol salvadoreño. Que las bases, que los federativos, que los entrenadores, que los futbolistas, ni se diga el estado de las canchas, alimentación y hasta la prensa suena entre los culpables.

Se fue el año 2019 con más hechos insólitos que aplaudibles. Seleccionados con fiesta hasta altas horas de la noche en una concentración, con alcohol, con televisores dañados, multas leves, etc. Un Isidro Metapán que perdió sus carnets de jugadores y no los presentó para un partido oficial, que a la postre sirvió para su eliminación al perder los puntos. Equipos de gran historia como Luis Ángel Firpo desaparecidos del mapa. La mitad de la Primera División prestando estadios ante la falta de acuerdos o por no contar con energía eléctrica, como el caso de Jocoro, Once Deportivo, El Vencedor, Independiente, Águila y FAS en este año.

Nos visitó el Presidente de la FIFA, Gianni Infantino, personaje al que se le mostró un paraíso futbolero desde la Federación Salvadoreña de Fútbol. Claro, el Hotel que se construyó con dinero que enviaron desde FIFA es positivo y de gran beneficio, pero a Infantino le faltó darse cuenta de la realidad que detallé líneas atrás, que por supuesto no conviene a muchos dejar en evidencia.

Llevo mucho tiempo insistiendo en que no pasamos de lo mismo porque todos los sectores involucrados señalamos solo los errores a los demás, nunca nuestros yerros. Jugadores, entrenadores, directivos, empresarios, árbitros, prensa. Todos. Todos pensamos que nuestro trabajo es lo mejor que podemos hacer y el resto se equivoca. “Los demás son los culpables, yo no”. Historia repetida año, tras año. Una y otra vez. Y no avanzamos.

Ya estamos en 2020. ¿Y ahora qué? ¿Habrá verdaderos cambios? ¿Se interesarán los involucrados en un renacer del fútbol nacional? ¿Cambiaremos la forma de trabajar? Si la respuesta es negativa y mantenemos la misma línea de improvisar en el camino “a ver qué sale”, en este año vamos a tener resultados similares: más selecciones sin resultados importantes, eliminaciones sin mayor protagonismo, desde selecciones y equipos en Concachampions; fiestas con cerveza en concentraciones (para la próxima con un plato de bocas para evitar castigo), sin exportar futbolistas a ligas importantes, con escenarios deportivos maquillados y sin mayores cambios; con más generaciones de futbolistas perdidas por la falta de interés; y la lista es interminable.

Todavía se desconoce si la Selecta estará en la Hexagonal de la Concacaf hacia Catar 2022… camino que arrancaría en septiembre del 2020. Independientemente se consiga o no la clasificación, nos toque por el camino corto o largo en dicha eliminatoria, ¿estamos conscientes si hemos trabajado para obtener ese resultado tan anhelado desde hace más de 30 años? Vean nuestras condiciones y seamos sinceros.

Nos vamos a emocionar si nos toca enfrentar a México, Estados Unidos o Costa Rica en el Cuscatlán, pero no soy mal salvadoreño si les aviso con tiempo que nos preparemos para enfrentar la realidad. Mal salvadoreño es el que nos quiere vender humo pensando que solo con gritar “¡El Salvador, El Salvador!”, en el Coloso de

Montserrat, será suficiente para ganar todos esos duelos. Trabajemos desde ya, con un buen arranque en el año 2020 para ver resultados en el futuro. Caso contrario, ya sabemos lo que toca, preparar el librito de excusas y culpables.