Allí se va Héctor Herrera, caminando lo más lentamente posible, ante el cambio en el minuto 86. El volante que juega en el campeón de España, Atlético de Madrid, sabía lo que hacía: intentar detener el ritmo de un partido que en nada convenía a México. Minutos antes, el partido había estado detenido un par de minutos por la asistencia médica a los aztecas. ¿Enfrente? Si, El Salvador, una Selecta que por momentos arrinconó al Tri.
Ver a los jugadores mexicanos fingir lesiones o salir caminando muy despacio para un cambio es una instantánea a la que la Selecta no estaba acostumbrada cuando se enfrentaba al “gigante” de la región. Claro, el poderoso Tri, el de los 200 millones de dólares estaba siendo acorralado por un equipo (cotizado en 4 millones) que ha causado las mejores sensaciones en esta Copa Oro: El Salvador.
Tras un primer tiempo que había dejado más dudas que certezas y varias desconexiones defensivas -el gol de Luis Rodríguez fue claro ejemplo- El Salvador mostró su cara más digna en la segunda mitad. Allí se hizo dueño del mediocampo, ajustó las marcas, movió mejor la pelota, tuvo un enorme Mario González para sostener en vida al equipo y fueron llegando las situaciones que hicieron temblar a los mexicanos.
Miralo a México haciendo tiempo contra El Salvador...
— Gustavo Flores (@Gusflores21) July 19, 2021
Llegaron, entonces, cinco minutos furiosos donde El Salvador tuvo cinco chances claras. Sí, 5 en 5’ Primero Talavera se lo quitó a Joaquín Rivas y los defensas le ahogaron el grito a Joshua en el rebote. Después un centro de Roldán, al que no llegó por muy poquito Rivas; Herrera que casi marca un autogol tras el tiro de esquina. Y seguidito, un cabezazo desviado de Moreno. Síntomas claros de que la Selecta estaba a tiro del empate. Más tarde llegó el notable tiro libre de Larín, que merecía red. El poste le dijo no.
Hasta el propio Tata Martino lo admitió: la última media hora se jugó como quería El Salvador. Es extraño escribir esto cuando enfrente está México, nada menos. El portento físico de la Selecta fue otro punto alto. Aquí valen también los aplausos para Juan Pablo Rodas, el preparador físico del equipo nacional.
Los elogios fueron llegando también desde México: Hugo Sanchez, Borgetti, García Aspe, hasta Chiquimarco Rodríguez hablan de esta nueva versión de El Salvador. Bienvenidos a la “Hugoneta”, al “Hugoperizmo”, del que veníamos insistiendo con un proyecto integral desde las páginas de Cancha hace más de 10 años.
La inolvidable noche de Dallas mereció otro resultado para la Selecta. El Salvador logó lo que pocas veces: ser local ante México en Estados Unidos y ver como el Tri terminaba pidiendo la hora. El camino a seguir está más claro que nunca.