Una carrera por hacer las cosas peor que el vecino se ha transformado este final del Clausura 2025 del fútbol salvadoreño, con disparates al por mayor en la mayoría de los equipos.
Empecemos por los "grandes", hermanados en deudas con los jugadores. Pero empecemos por los "traslados": Águila decide viajar el mismo día de los cuartos de final hacia Santa Ana para jugar los cuartos de final del clásico nacional. Salieron antes del mediodía, jugaron a la noche y regresaron pasadas las 2:00 am. En tres días volvieron a jugar la revancha, no en su casa -San Miguel- como hubiese correspondido a su localía ganada en la fase regular, sino en San Salvador, terreno neutral (por un supuesto beneficio económico que no terminó siendo tal). Hasta los jugadores y el entrenador estaban incrédulos con la decisión. Y allí, en el Cusca, los eliminó FAS, el octavo.
Luego fue FAS, quien decidió -por razones aún no aclaradas- no utilizar su micro, presentado con bombos y platillos unos meses antes, para trasladarse a Santa Rosa de Lima para jugar las semifinales. Y el equipo debió viajar de Occidente a Oriente en distintos microbuses. El equipo médico (doctor y kinesiólogos) viajaron con los utileros sentados en el piso del vehículo de carga del FAS. "Hemos sido la burla del país, esto es una vergüenza no nacional sino internacional" dijo, a modo de despedida, Edgar Medrano, quien además pegó un trompazo inadmisible para dejar a su equipo con 10 cuando tenía chances todavía de remontar la serie. Todo pasa.
Ahora, las deudas, el eterno problema del fútbol nacional. Más de un mes de salario es el retraso en FAS; tres meses sin pagos sufren algunos jugadores de Águila. Esto se suma a la situación de Platense, que también lleva 3 de los 4 meses que duró su torneo sin pagar. "Nos debe 3 meses y nada de señales de pago", se expresó en redes Bryan Paz. Zacatecoluca, reciente ascendido, ya habla de fusión con Platense (?). Ni hablar del 11 Deportivo, que se presenta como el 'flamante' Hércules sin haber resuelto la situación de varios jugadores que quedaron en el limbo. Ányelo habló en Súper Fútbol sobre las condiciones del camerino del Fuerte San Francisco: "No tenés ni siquiera para ducharte. Nunca en mi carrera me bañé con un huacal". Y dejó una sentencia, que abarca a todo el redondo nacional: "Es inhumano; es la realidad del fútbol salvadoreño."
MÁS SOBRE ESTE TEMA
KEYWORDS
Deportes El Salvador LMF Primera División Redes Sociales Ver Comentarios