OPINIÓN: La convocatoria a Fito Zelaya y un mar de dudas

OPINIÓN: La llegada del delantero a la Selecta estuvo fuera de todo protocolo de convocatoria. ¿De quién fue la decisión?

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Zelaya enfrentaría junto a la Selecta los juegos por Liga de Naciones de la Concacaf sector B ante Santa Lucía y República Dominicana. Foto EDH/ Lissette Monterrosa

Por Flores, Gustavo / Twitter: @Gusflores21

2019-09-03 6:36:35

La convocatoria de Fito Zelaya y su vuelta al equipo nacional después de dos años, ha dividido a la afición futbolera de El Salvador. Están quienes siguen convencidos de que es el mejor jugador salvadoreño y por otro lado, en las antípodas, los que dicen que no puede jugar en la Selecta por su pasado y por su nivel. Hay algo cierto:esta convocatoria ha dejado muchos interrogantes.

Vamos en orden. Un periodista serio y bien informado como Claudio Martínez (’Pencho & Aída’;‘Los Provocadores’)avisó hace más de una semana que los dirigentes estaban presionando al entrenador para que el jugador vuelva a la Selecta. En su momento, y lo dije, me parecía insólito, increíble. Había dos obstáculos para descreer de este llamado: el primero era la mala actualidad de Zelaya, sin jugar en su equipo LAFC y cedido para jugar dos partidos en Las Vegas Light (equipo de la USL, segunda división de EE.UU.). La segunda, y la más importante:la declaración de principios de Carlos De los Cobos, quien hace 6 meses había dicho, cuando se lo consultó por la no convocatoria a Fito, que “ningún jugador involucrado en amaños iba a estar en la Selección” mientras él dirigiera la Azul. “Es una cuestión de país”, agregó, además de responsabilizar a los medios de no remarcar ese tema cuando se le preguntaba por el delantero.

¿Razones? Seguramente no se harán públicas…, por el momento. Se habla de que El Salvador necesita ‘lo mejor’ (como si alguna vez no fuera así), de las urgencias (hubo momentos más urgentes para la Azul) y hasta de una taquilla que pueda favorecer las arcas de la Fesfut, ante el desinterés de la afición por la visita de Santa Lucía.
Todo se manejó entre sombras hasta la “confirmación oficial” de ayer. A la noticia periodística que LAFChabía recibido la convocatoria (fuera de término y aceptada por el equipo porque el jugador no está siendo tenido en cuenta) le siguió la nómina oficial dada a conocer por la Fesfut en donde no aparecía Rodolfo Zelaya. Su llegada a El Salvador, el presidente de la Federación Hugo Carrillo que lo va a traer al aeropuerto (?) y una conferencia de prensa convocada en “forma urgente” para dar a conocer el nuevo convocado, en donde no estaba Carlos De los Cobos, el entrenador. Sólo jugador y presidente. Todo por afuera de los protocolos de una convocatoria normal.

Lo cierto es que Fito está con el equipo, y también es cierto que esto despertó cierto recelo de algunos de sus compañeros. Quien tomó la palabra como capitán fue Henry Hernández, a quien le “cayó” duro en redes por decir de frente su posición al respecto. “Este es un grupo sano”, dijo el portero, repitiendo una frase que solía utilizar el entrenador.

En la división de la afición, los argumentos no van por el lado de si merece otra chance en la Selecta o por la cuestión futbolística; todo parece reducirse a una cuestión de colores y aficiones: el apoyo de la mayoría de los aliancistas y la negativa de aficionados a otros equipos, encabezados por los aguiluchos y fasistas. Los agravios e insultos que se repitieron en las redes sociales a quienes opinan de una u otra forma, no abonan en nada al debate y denigran, en realidad, al que los profiere.

El nivel de Zelaya no ameritaba esta convocatoria. Tampoco esa “urgencia” que se aduce. Claro, nadie es dueño de la verdad. Se puede discutir si Zelaya merece otra oportunidad (lo mismo podrían argumentar los sancionados de por vida)y si tiene o no el nivel adecuado hoy o como está físicamente. Pero lo que no se puede admitir es que su llegada se dé por presiones de dirigentes que juegan a ser entrenadores. No es la primera vez que lo hacen. No olvidemos que Carrillo fue protagonista principal cuando se desarmaron procesos anteriores (Albert Roca, Eduardo Lara) con razones poco convincentes y muy confusas.

Algo está claro, por lo menos para los que ponemos prioridades. Por encima de los hombres y los nombres, siempre estará la Selecta.