OPINIÓN: 7 claves de un autogol: Perdimos todos, la afición, los jugadores, la Fesfut y la Selección

"A la gente le encanta encontrar culpables en este país. Así que, para seguir el juego, considero culpables puntuales a todas las partes", cuenta el periodista César Najarro tras el escándalo de la Selecta

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Juan Carlos Portillo (# 19) de El Salvador dispara al portero Miguel Lloyd (# 1) de República Dominicana durante el torneo de la Liga B de Naciones de la Concacaf, partido de fútbol en el Estadio Cuscatlán en San Salvador. Foto AFP / Concacaf

Por César Najarro | Twitter: @cjnajarro

2021-03-18 5:42:58

Un autogol en el fútbol puede ocurrir por múltiples causas: algo fortuito, un error humano, o, en el peor de los casos, una acción premeditada. No tengo elementos para determinar qué tipo de autogol acaba de firmarse en el fútbol salvadoreño con el caso de la Selección ni pretendo señalar culpables.

Pero a la gente le encanta encontrar culpables en este país. Así que, para seguir el juego, considero culpables puntuales a todas las partes:

1. La Fesfut, encabezada por Hugo Carrillo. Él fue quien ventilo el problema. Le tiró la bola a los jugadores de Alianza, los señaló y los expuso. Montó una conferencia de prensa en la que afirmó que querían cobrar hasta por perder (en realidad es por participar).

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Ahí se marcó el primer autogol. Como presidente de la Fesfut, y como la cabeza de junta directiva que preside, es quien debería de tener las capacidades mínimas para gestionar los conflictos al interior de la institución, no hacia afuera. Lo que hizo fue una jugada que no solamente afectó a los jugadores (ahora señalados por una parte de la afición y algunos medios), sino que afectó también su ya desgastada imagen, la de la Fesfut, la de la selección. ¿Con qué cara negociará después nuevos premios con otros jugadores si es el primero en armar el desorden, en demostrar que no tiene la capacidad de manejar crisis de comunicación?

Hugo Carrillo, presidente de la Fesfut en conferencia de prensa. Foto / Cortesía Fanáticos

2. Los jugadores. Entiendo el malestar de estos al ser expuestos por Carrillo ante los medios. Tienen todo el derecho del mundo a dar su versión de los hechos. Pero esta, tal cual hizo la federación con su versión, es parcial. Desconocemos las condiciones en las que negociaron y, no se puede armar un rompecabezas a medias. Pero terminaron haciendo exactamente lo mismo que hizo Carrillo, expusieron al capitán. Y, seamos sinceros, todos ellos ya tienen experiencia en el tema de negociar premios. Ni les dieron atol con el dedo ni quieran hacerlo con la afición. Y si les dieron atol con el dedo, debieron también gestionar una mejor comunicación con Carrillo y con De los Cobos.

Entreno de la Selección en Miami. Foto EDH/Cortesía Fesfut.

3. Cuerpo técnico. El anterior punto lleva a este (al final todos están entrelazados, como cualquier sistema, como todo en la vida). Aún no hay versión del capitán, Henry Hernández, señalado como desleal por los seis albos que ya no están en la convocatoria de la Selección. Pero todo esto lo que refleja es que el camerino está partido, y quien debería de haber gestionado bien el camerino es Carlos De los Cobos, el entrenador, y, una vez más, no tuvo esa capacidad.

Además, se prestó a la conferencia de prensa, cuando debió haber abogado por buscar una solución de manera interna, o, en su defecto, por realizar una nueva convocatoria (en dicha conferencia) sin estar ventilando los desacuerdos. Si al final algunos jugadores no estaban de acuerdo con los premios, pues estaban en su derecho de declinar su participación. Esto lo debieron anunciar con tiempo, y primero a través de pláticas con el entrenador. Si sucedió esto o no, si no le tienen la confianza para platicarlo, también es tema de gestión de camerino.

Carlos De los Cobos, técnico de la Selecta mayor, confía que el equipo tendrá una mejoría en la eliminatoria. Foto EDH / Archivo

4. El capitán. No hay una versión, mientras escribo estas líneas, del mencionado. Lo mejor sería que se quedara callado porque encima tiene un partido con su equipo, Chalatenango, a la vuelta de la esquina, y otro con la Selección. Pero sí debería de dialogar con sus compañeros de selección, y con los que quedaron fuera y aclarar las cosas. Si merece o no la capitanía, ese es otro tema que atañe no solamente al cuerpo técnico, sino a todos los compañeros, y es harina de otro costal. Pero su imagen también quedó dañada y salió perdiendo.

Henry Hernández, portero de la Selecta, en un entreno. Foto / Cortesía FESFUT

5. Los medios. Ojo, sin ánimo de defender a los comunicadores, estos atendieron una conferencia de prensa. Fue la Fesfut la que expuso a los 6 jugadores de Alianza, y fueron estos los que expusieron a Henry Hernández. Fueron los medios los que replicaron el mensaje y siguieron el juego. Nosotros, los periodistas, también somos vehículo, o, si se quiere, nos prestamos a este “dimes y diretes” que nos encanta.

Vende más, nos leen más. Pero también es deber del periodismo tratar de brindar todas las voces posibles a los involucrados, y a los expertos en el tema. Desde CANCHA, se ha intentado eso en estos dos días, se ha hablado con históricos del fútbol con posturas incluso contrarias con el fin de abonar a la discusión. Esta columna, al final y al cabo, más allá de resumir a los culpables y a los afectados, busca hacer consciencia en eso, en las soluciones.

Un grupo de periodistas durante cobertura. Foto Referencia EDH / Yessica Hompanera

6. La Selección y el fútbol. También sale perdiendo en general. Por un lado, el camerino está partido. Por otro, estamos hablando de problemas en vez de fútbol. Los jugadores deberían estar concentrados en los partidos que van a enfrentar, y trabajar en ello, no en resolver problemas de comunicación. Tampoco es culpa de los que sí atendieron la convocatoria, ni mucho menos de los que han llegado como sustitutos. Muchos de estos últimos tendrán su primera oportunidad en Selección, y llegan con todos los ánimos. Pero se encuentran con este tipo de manejos poco profesionales que, tarde o temprano, también les afectará. ¿A usted le gustaría llegar a trabajar a una institución que se maneja así?

Sin novedades, pero con la ausencia de Baires, la Selecta volverá a los trabajos. Foto EDH / LaSelecta

7. La afición. Dividida también. Los debates van desde "que es más desperdicio" pagarle a De los Cobos los miles que se le pagan y no hace nada, o que los de Alianza son el problema porque se agrandan, o que de todas formas van a perder, o que faltarán algunos de los mejores para el país. La afición debería de poder estar apoyando a Henry, pero también a Zelaya, a Perensejo, a Juanito, a Pedrito, a quien sea sin importar los colores del equipo del que provienen porque, al final del día, todos estos representan a una nación. Además, zapatero a tu zapato. No somos técnicos para saber qué jugador es más idóneo. Eso sí, la afición tiene derecho también a opinar. Pero abona más la opinión constructiva que debates estériles por colores, o porque este o aquel cae mal porque juega de blanco.

El distanciamiento social se hizo presente en el partido entre Alianza y Marte, aunque no hubo afición visitante. Foto EDH / Cortesía Christian Roque

Conclusiones: el manejo de crisis es un arte. En algunas escuelas de comunicación (debería de ser en todas), hay materias incluso que se llaman así. En las más avanzadas, hay carreras específicas. Por ello es indispensable no que Hugo Carrillo, Carlos De los Cobos o los dirigentes de los equipos o los jugadores sepan de este tema, sino que estén rodeadas de personas que puedan gestionar los conflictos para evitar que estos se conviertan en bola de nieve y terminen en los medios como novelas de cadena mexicana. Eso sí, para ello hay que contratar a esa gente, y, sobre todo, saber escuchar y seguir consejos, cosa que poco ocurre en el edificio de la Escalón.

En fin, todos somos culpables por restar más que sumar a la selección y al fútbol nacional. Falta comunicación, sinceridad entre todas las partes y, sobre todo, buenos modales y manejos de frente (pero de manera interna) de los problemas. Ni aquí ni en ningún lugar del mundo es pecado negociar premios. Pero cuando la cabeza, o las cabezas no tienen estos principios, se generan autogoles como los que estamos evidenciando y ventilando en los medios.

Ellos son los futbolistas de Alianza F.C. que no jugarán con la Selecta por pedir $400 mil en premios

En la práctica, lo factible es que las decisiones se tomen en conjunto, no solo por Hugo Carrillo. La negociación debe ser una práctica sana y continua que tendría menos roces si ya estuvieran tablas definidas de premios y viáticos, o al menos, un sistema que permitiera un balance entre ingresos de la Fesfut y pago adecuado al trabajo de los seleccionados.

Cuando la selección juegue, no faltará quien diga, "ya ven, no están los mejores", o le echarán la culpa a Henry, o a Carrillo, o a quien sea. Pero nos falta ver que los autogoles nos los hacemos los salvadoreños por placer. Ese parece ser nuestro deporte favorito, y no el fútbol. Lo que deberíamos hacer es mejorar todos estos procesos, partiendo de las cabezas, y apoyar desde nuestra trinchera... claro, sin levantar falsas esperanzas con que iremos al Mundial... así no se puede.