Los mejores jugadores del mundo llegaban a España para potenciar la eterna rivalidad entre el Barcelona y el Real Madrid. Hubo un tiempo de Galácticos, de MSN y de BBC, y de refuerzos por encima de los 100 millones de dólares que se pagaban con una naturalidad asombrosa. Hoy, a excepción de Lionel Messi, ya no tiene esas estrellas. Y para peor -o probablemente como consecuencia de ello-, cada vez vemos espectáculo.
Al final, es cierto, todo es cuestión de gustos. Pero hay una estadística que debería preocupar: es alarmante cómo ha bajado el promedio de gol en La Liga. No necesariamente que el Madrid apabullase con nueve goles al Granada o el Barcelona castigue con siete tantos al Osasuna hacían el torneo más competitivo, todo lo contrario. Pero sí había una sensación de show, exhibiciones de contundencia, que hoy no vemos. En esta temporada se han dado marcadores cortos, diferencias exiguas y, por sobre todo, muy pocos goles. Hay más competitividad, sí. Pero también menos emociones.
Quizás no diga mucho que el actual promedio de gol de La Liga es de 2,37, pero es una auténtica mala señal si se la compara con el resto de los torneos importantes de Europa. En esta temporada, La Liga tiene el peor promedio entre las Top 5. Italia, otrora tierra del catenaccio y la especulación, encabeza el listado con 3,17. Le siguen la Bundesliga (3,12), la Premier League (2.82) y la Ligue 1 (2,79).
Todo esto no sería grave si fuera algo circunstancial, simplemente una excepción o un mal año, como cualquier delantero o equipo podría tenerlo. Pero no. No es así. Ya son cuatro años consecutivos donde España cada vez tiene números más bajos en ese rubro. La temporada pasada, 2019-20, acabó con 2,48, que era peor que los 2,59 de la 2018-19. Pero en la 2017-18 fue de 2,69 y la de 2016-17 fue 2,94.
¿Qué está pasando con La Liga? ¿Tiene que ver con la falta de goleadores o más con los sistemas de juego de los equipos? Últimamente se han ido a otras ligas jugadores como Cristiano Ronaldo, Neymar, Morata o Ben Yadder, pero también han llegado otros… No parece ser simplemente un caso de individualidades. Si al Real Madrid le sumáramos los 14 goles que anotó CR7 en la Juve, incluso sin quitar ni siquiera los de Sergio Ramos de penal, aún así tendría la Liga el peor promedio de los últimos años, un 2.45 por partido.
Y eso que el desembarco del VAR hizo que los partidos tengan más penales, y como consecuencia lógica más goles, aunque eso se da más en Inglaterra y en Italia, donde es común ver juegos con dos o tres penales originados por soplidos o leves contactos.
Probablemente pase más por los sistemas. Cada vez hay más equipos que se dedican más a defender que a atacar y han perfeccionado un sistema que les permite correr menos riesgo de encajar goles y en todo caso aprovechar errores en la salida del rival o situaciones de pelota parada para anotar. Eso, sumado a porteros de enorme calidad como los hay en la Liga, han provocado esa anemia de goles. Getafe, Cádiz, Elche, Alavés, Huesca, Osasuna, Eibar, Valladolid, incluso el Valencia, son algunos de esos clubes incómodos. Y dentro de ese panorama, ninguno sabe sacar más provecho que el Atlético de Madrid -este año un poco menos defensivo que de costumbre- para ganar por la mínima sin desesperarse. Pero los números generales son para preocuparse, y más todavía si en la próxima el ausente será alguien que ha ganado siete veces el premio Pichichi.