La cicatriz de los amaños aún no ha cerrado

La "propuesta indecorosa" del empresario Padilla encendió las alarmas de un tema que todavía no se ha cerrado en el fútbol salvadoreño.

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Foto Por edhdep

Por Gustavo Flores / Twitter @Gusflores21

2016-09-13 10:36:00

Si hay una palabra que el aficionado futbolero medio de El Salvador desprecia con toda su alma esa es “amaño”. Los viejos fantasmas de una generación encandilada con el dinero a tal punto de vender partidos de su propia selección nacional -además de sus equipos- sacudió los cimientos de todas las estructuras del fútbol. Gracias a Dios los jugadores, los que heredaron la Selecta de aquella generación de amañadores, están actuando con la dignidad que les faltó a sus antecesores.

Todos recordamos esa palabra el lunes por la noche cuando los jugadores convocaron a una conferencia de prensa (previamente ya habían filtrado el audio a ciertos medios) para denunciar una “propuesta indecorosa” de parte del empresario Ricardo Padilla Pinto, quien les ofrecía dinero por ganar, empatar y hasta por perder 1-0.

El Salvador no tuvo un buen rendimiento deportivo en esta eliminatoria. Para nada. Finalizó undécimo sin ganar un solo partido en la cuarta fase y lejos de clasificar a la hexagonal final. Nunca pudieron plasmar en la cancha la idea de Ramón Maradiaga, si es que el técnico tuvo alguna. Pareció que no. Más allá de eso, da la sensación que estos jugadores ganaron fuera de la cancha con una actitud valiente y a tiempo para evitar cualquier tipo de especulación en un tema tan sensible para el aficionado de este país.


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Es cierto que se deberán regular mucho más las “visitas” a los seleccionados cuando están concentrados y las “reuniones” entre gente externa a la Federación y los jugadores. Y también es cierto que se este incentivo económico, si fue sano como asegura su protagonista, debió darse por los carriles normales, es decir vía Fesfut. Aquí Padilla entró como “por su casa” al hotel de concentración, habló con Maradiaga quien le dio el ok (“hable con los jugadores que son los que juegan”), saludó al presidente Jorge Rajo y luego pidió la reunión con los jugadores que bajaron al lobby del hotel para escuchar al empresario.

Los jugadores sospechaban de antemano algo “extraño”. Y por eso decidieron grabar la conversación. El periodista Ismael Nolasco (testigo de esa reunión a pedido de Padilla) contó que se veía en los rostros de los jugadores “resabios del amaño”. No era difícil imaginarlo después de todo lo que se vivió en tiempos recientes en la bendita Azul.

Los dirigentes de la Fesfut deberán investigar a fondo y hasta realizar la pertinente denuncia a la Fiscalía si es que hubo delito. El Fiscal general Douglas Meléndez ya tiene la información y está evaluando actuar de oficio. Lo que más ruido hace en toda esta historia es el “premio” económico por perder 1-0. Ahí está claro que todo lo que quería Padilla era favorecer a Honduras y lo que aún no está tan claro es si fue en representación de un “millonario hondureño” como el propio empresario les dijo a los jugadores o si fue de propia voluntad por algún negocio personal. 

Concacaf y FIFA también fueron notificadas del hecho. Veremos si actúan. Si nos vamos a los antecedentes no lo harán, solo respaldarán lo que salga -si es que sale- de la Federación de El Salvador.

Con la sombra de los “amaños” este grupo de jugadores tomó una actitud inédita para seleccionados de El Salvador y decidieron sacar a la luz pública todo lo sucedido. Una forma de empezar a lavar los restos de la podredumbre del fútbol salvadoreño. Y que la famosa e indeseable palabra termine de cicatrizar.


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