OPINIÓN: Firpo, el distanciamiento en las gradas y cómo explicar lo inexplicable

Una paso atrás en organización y el cuidado de la salud se dio en Usulután el fin de semana. ¿Cómo entenderlo?

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Jugadores de Firpo y ??guila conversan antes de la suspensión del partido. Foto EDH / Cortesía Javier Muñoz - Luis ??ngel Firpo

Por Gustavo Flores

2020-10-27 9:32:10

Cuesta explicar lo que pasó el fin de semana en Usulután. Porque parecía un tema ya estudiado y aprendido por los dirigentes, aceptado por el público y que las autoridades tenían claro el procedimiento. Pero lejos estuvo de ser así.

El orden cronológico de la relación fútbol/pandemia/público nos muestra como en la primera fecha no se tomaron los recaudos necesarios para el cuidado del lmpúblico, pese a contar con un tiempo más que suficiente para hacerlo. Así se vio aficionados sin distanciamiento en Águila, Metapán y Alianza.

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Luego llegaron las amenazas desde el Ministerio de Salud de suspender la actividad deportiva en los estadios. Dirigentes y público tomaron nota y dieron el ejemplo en la jornada 2. Pero…

No se explica como había tanta gente en el estadio Sergio Torres, superando, por lejos, el bendito 30% permitido en los aforos.

No se explica como dirigentes de Firpo hayan dejado entrar esa cantidad de gente y los protocolos hayan brillado por su ausencia. Es inútil intentar explicar esta sobreventa con los números de boletos. A todas luces entró muchísima mas afición que la permitida.

No se explica como el árbitro y el Comisario de Bioseguridad iniciaron ese partido con la misma cantidad de gente y luego en el entretiempo decidieron suspenderlo. ¿Por qué lo empezaron?, ¿qué les hizo cambiar de opinión?

PD: El popular presentador Daniel Rucks, en sus redes sociales, denunció que ya no es convocado a reuniones de Junta Directiva. ¿Recuerdan quién denunció algo parecido en la Fesfut? Si, juan Pablo Herrera, presidente de Firpo y vice de Fesfut denunció a Hugo Carrillo por algo similar con el agravante de que lo dejaban de lado “cuando había temas de dinero y con poca claridad en las actas”. Parece que las “malas costumbres” se contagian entre los directivos y el que se queja de los malos hábitos los replica en su finca…