Mucho se ha hablado y escrito en estos días a propósito de los logros dorados de la delegación salvadoreña en los Juegos Panamericanos de Lima 2019. Y hay de todo: los que trabajaron y apoyaron en silencio y hoy sonríen. Ellos son los que valen. Pero también están los que se suben al carro de la medalla. Y los que desalientan cada paso del deporte salvadoreño.
Antes que nada, los deportistas. Todo el mérito es de ellos. Hasta hace un par de semanas, la Federación de surf no tenía directiva y la de fisicoculturismo luchaba por más fondos. Bryan Pérez, Paulina Zamora, Roberto Hernández y Yuri Rodríguez son ejemplo de tenacidad, voluntad, sacrificio y triunfo.
Roberto, por ejemplo, se fue a acompañar a su dirigida Paola Corado en el Mundial juvenil de tiro con arco en España. Se paga sus gastos, al igual que la protagonista. Esto es moneda corriente en el deporte salvadoreño.