Las rebeliones y disturbios en escenarios deportivos, no son, para nada nuevos, el 13 de enero de 532, en el Hipódromo de Constantinopla, cuando estaba previsto que comenzaran las carreras de carros, miembros de los equipos Azules y los Verdes suplicaron en voz alta al emperador Justiniano, que mostrase misericordia a los dos hombres que la Diosa Fortuna había rescatado de la horca. Uno era azul, otro Verde … Justiniano no era de ninguna facción.
Cuando no hubo respuesta, ambas facciones comenzaron a gritar: "Nika! Nika!" El canto, que tan a menudo se escuchaba en el Hipódromo en apoyo de uno u otro auriga, ahora estaba dirigido contra Justiniano.
El Hipódromo estalló en violencia y pronto la turba tomó las calles. Su primer objetivo fue el Palacio de la Guarda Pretoriana, que era, esencialmente, la sede del departamento de policía de Constantinopla y la cárcel municipal. Los alborotadores liberaron a los prisioneros e incendiaron el edificio.
Al poco tiempo, una parte sustancial de la ciudad estaba en llamas, incluida Santa Sofía y varios otros grandes edificios, pero la rebelión fracasó y fue reprimida por el General Belisario, murieron entre 25 000 y 30 000 personas.
La Corregidora
La inmediatez que permiten las redes sociales, nos permitió conocer la masacre de Querétaro, dos minutos después que esta comenzara, y fue sencillamente horrible!
Familias, barras bravas (“barras de animación” según la jerga jurídica, robos, violaciones, padres cubriendo el cuerpo de sus hijos para evitar que les golpearan, elementos de seguridad sin preparación y con escopetas de 12 mms con cartuchos de 9 perdigones, que ni siquiera habían sido capacitados para dispararlas, cuerpos inertes, ultrajados, desnudos, carentes de vida ….
Pero no ha muerto nadie, según la Gobernación del Estado, amèn de los veintidós cuerpos tatuados con insignias del Atlas que yacen en la morgue … nadie ha muerto.
Bomba de tiempo …
Si empezamos con la Nika! Hasta aterrizar en La Corregidora saltándonos La Puerta 12, Bunden Park, Estadio Nacional de Lima, Estadio de Heyzel, Bruselas, Sheffield, Mateo Flores , Tiburcio Carías, no es por hacer leña del árbol caído, no … es porque es simplemente un severo llamado de atención para nuestro país … que estos pase en el Salvador, es tan solo una cuestión de tiempo.
De hecho, los disturbios del tan sonado Firpo – Águila del 19 de febrero no fueron más que una mecha que se encendía y que sigue en combustión desde hace años, al menos 3 fallecimientos se han dado en estadios nacionales desde la muerte de Jesús Montano de la barra del Alianza en el 2004.
¿Por qué?
Por la mismísima razón que operan tantos negocios en las periferias de los estadios tanto en El Salvador, como en México, como en la gran mayoría de países de nuestra América Tropical.
Narcomenudeo, trata de blancas, extorsiones, bebidas alcohólicas, dinero , poder … y esto sigue creciendo, quienes controlan estos negocios? Pues las “barras de animación”, sus caporales mandan al ruedo a sus ejércitos armados de una herramienta llamada “pasión”, adoran los colores y pelean territorios, es tan sencillo como eso, un público de 15 000 personas es un buen mercado cautivo y 12 policías siempre serán incapaces de detenerlo.
Aunque la pasión es una excusa, somos efectos de nuestras propias causas, siempre, en todas las épocas, el futbol, ha sido un reflejo fiel de la situación país …
Si el país es pobre, el fútbol será pobre …
Si el país no ejerce controles de seguridad, asistir al fútbol será inseguro …
Si en el país campea la intolerancia, seremos todos miembros de un equipo de intolerantes ….