Objetivo cumplido en el Caribe, pero con déficits muy marcados en el Juego. Ese es el balance de la Selecta en estos dos partidos ante rivales muy por debajo de El Salvador en el plano mundial, con jugadores semiprofesionales y amateurs.
Sin embargo, es casi imposible quedar afuera de Copa Oro. Pero no por méritos propios, sino por deficiencias de los rivales. Es cierto que se perdió contra República Dominicana, pero también es verdad que se tornaría inadmisible que la próxima fecha FIFA no gane sus dos partidos de local, ante Montserrat y el propio Dominicana. La obligación de El Salvador en este grupo de Liga B es ganar absolutamente todos los partidos. Ya hubo un tropiezo, dos serían intolerantes.
Otra cosa es el juego, donde la deuda es enorme. El equipo juega mal, no aparecen las individualidades, no hay volumen ni referencias para poder armar alguna jugada asociada. Da la impresión de que los triunfos sufridos (repito, ante rivales muy débiles) se deben a arranques individuales. Antes era Óscar Cerén el salvador, que hacía los goles sobre la hora. Hoy, Henry Hernández ha puesto la barrera con algunas intervenciones decisivas en momentos clave.
Ayer volvió a ser otra muestra de esto. Un errorazo del portero de Santa Lucía ante un puntazo de Zelaya, le abrió el marcador a la Selecta cuando peor la estaba pasando. Después, otra vez a sufrir con los embates del rival hasta que apareció Henry con tapadas salvadoras.
Siempre se puede mejorar, pero hoy urge. Hay individualidades que pueden dar más: Pineda, Darwin, Monterroza, Óscar. De ellos dependerá, en gran medida, indicar.
PD: Otro tema que preocupa y es inaceptable: la Selecta viajó sin médico a estos dos partidos del Caribe. Una irresponsabilidad mayúscula de los dirigentes que pudo haber tenido consecuencias graves. En tanto, el presidente de la Fesfut, Hugo Carrillo, se toma fotos en el vestuario sonriendo con los jugadores.