Debe ser frustrante para equipos como el Real Madrid y el Barcelona, acostumbrados a depender de sí mismos, a mirar de reojo al Atlético de Madrid. Parte de esa frustración, además, incluye esa sensación de firmeza que el equipo de Simeone había proyectado en toda la primera vuelta.
Ese ritmo implacable, reafirmado con algunas remontadas como contra el Eibar y el Valencia, había hecho perder las ilusiones de los dos grandes de La Liga. Porque a los atributos de siempre, esta vez sumó un goleador de raza como Luis Suárez que le ha hecho ganar partidos.
Semejante diferencia (+10 y con un juego pendiente) obligó al Barcelona a centrarse más en la Copa del Rey y al Madrid a apostar todo -como tantas otras veces- a la Champions League para salvar el año. Sin embargo, un pequeño traspié del Atlético reaviva las esperanzas. Hay Liga, dicen. Los colchoneros son un equipo muy fiable a la hora de defender un resultado, pero ayer le arrebataron dos puntos en el último minuto con el gol de Facundo Ferreyra para el 2-2 del Celta. Con todos los problemas que ha tenido el Atlético, incluyendo lesiones, sanciones y contagiados por Covid-19 tampoco es un drama empatar un juego de local. Pero duele más por la forma en que se dio el resultado.
La distancia aún sigue siendo enorme. Son 8 puntos que podrían ser 11 si el Atlético gana el juego pendiente. Nadie ha logrado remontar tantos puntos en toda la historia. Pero ese pequeño resbalón fue celebrado tanto en Barcelona como en Madrid.
Quizás más en la Ciudad Condal, porque el equipo suma seis juegos consecutivos con victoria, 11 partidos sin perder y transmite un poderío que no se había visto en toda la temporada. Con un Messi líder, Pedri y De Jong desatados, más la mejor versión de Dembelé y Griezmann, cualquiera se atreve a soñar. Pero nada de eso será suficiente si no termina de ajustar la defensa, que sigue tan endeble como siempre, y con el agravante de la lesión de Ronald Araujo.
También para el Real Madrid es una buena noticia este pinchazo del Atlético, sobre todo en lo anímico. El equipo de Zidane no ofrece muchas garantías y recientemente ha dejado dos puntos ante Osasuna y otros tres ante Levante, lo que le valió perder el segundo lugar en la tabla con el Barca (por diferencia de goles).
Cada partido es un sufrimiento y un rompecabezas, y más ahora que deberá afrontar al menos un mes sin su capitán Sergio Ramos. Le cuesta convertir goles y lo complican con poco, como ante el colista Huesca. Pero hoy, si le gana el juego pendiente al Getafe, podría dormir por unos días a solo cinco puntos del líder. ¿Que es una ilusión óptica? Sí, seguro, porque tendría dos juegos más. Pero ilusión al fin.
En fin, el Atlético tiene margen para seguir dejándose puntos en el camino sin correr peligro, pero debe tener claro que hay dos viejos tiburones que ya olieron sangre.