Por segundo año consecutivo el Alianza compitió a lo grande en la Liga de Campeones de Concacaf, lo hizo antes dos equipos regios, inmensamente superiores tanto en lo económico como en lo deportivo.
El pasado miércoles, los albos estuvieron a segundos de dar la campana; una típica desatención defensiva, de esas que por años han envuelto al fútbol salvadoreño, los privó de esa hazaña. Sin embargo, se llevaron todos los aplausos de sus aficionados y muchos observadores del fútbol nacional.
A lo mejor en el futuro cercano el fútbol de la región los premie con conseguir un hit grande en su historia reciente. Pero sin duda los elefantes dejaron la vara alta, sí, para los equipos salvadoreños que en los próximos años compitan a nivel de la Concacaf. Los capitalinos demostraron que se puede ir a México y ponerse al tú por tú ante equipos considerados gigantes.