OPINIÓN: El campeón Tecla, la tensa final y la emocionante dedicatoria

Se pegó más de lo que se jugó. Aunque al final, ganó el mejor.

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Cristian Díaz, entrenador de Santa Tecla, y Kevin Santamaría festejan el título obtenido.

Por Flores, Gustavo / Twitter: @Gusflores21

2018-12-16 7:34:33

El Alianza tiene el mejor plantel, el mayor presupuesto de la Liga y era el favorito de la gran mayoría para seguir con su hegemonía en el fútbol salvadoreño. Iba por el tricampeonato histórico y venía de un campeonato ganado de forma invicta (además de quebrar el récord del fútbol nacional en ese apartado). Pero enfrente estaba el único equipo que le puede discutir de tu a tu en el torneo doméstico: el indomable Santa Tecla.

Y los tecleños lo hicieron. En una final nerviosa, tensa, vibrante, con cierta mala intención y con un escándalo en el final, se coronó campeón. Y lo hizo con justicia. Porque cuando se dedicaron a jugar al fútbol, que no fue mucho, lo hicieron mejor que el rival. Aprovechó un increíble error del portero uruguayo Rafa García (de un torneo intachable hasta la final de ayer) para ponerse en ventaja con ese pequeño gigante que es Wilma Torres tan decisivo en esta final como en la que ganó con Dragón al Águila en 2016. Un jugador que pide a gritos su presencia en la Selecta pero no tiene el lugar en los medios y en la consideración de los periodistas como otros.

Wilma marcó el primero tras la falla de García y definió el pleito con una jugada elaborada, que marca el plus de este Santa Tecla de Cristian Díaz. Siempre acercó peligro con la pelota parada, un trabajo que dio sus frutos en el partido más importante y en el momento más importante.

Los colineros derrotaron dos goles a uno al Alianza.
Foto EDH/ Lissette Monterrosa

La fiesta de la final tuvo algunas manchas. Joel Aguilar Chicas debe haber dirigido uno de sus peores partidos. Se equivocó para los dos lados. Una minoría de la afición tiró bolsitas plásticas con agua a Gerson Mayén, un acto tan cobarde como repudiable. Los propios jugadores albos debieron pedirle a esos individuos un poco de cordura. Y la lamentable pelea de los jugadores en el final del partido. Un broche triste para lo que debería ser una fiesta y resabios de poca educación de varios jugadores.

Todo esto lejos está de desmeritar el fantástico título de Santa Tecla. Quizás el mejor homenaje que un equipo sólido, talentoso, ofensivo, le pudiera hacer a uno de los que más ayudó a construir este presente tan dulce (5 finales consecutivas, tres títulos): José Vidal Hernández, un dirigente que enalteció al Tecla. Y a todo el fútbol salvadoreño.