Rendidos a Croacia

Los extraordinarios resultados deportivos de un país que declaró su independencia hace menos de 30 años, estaba en guerra en el 95 y tiene 4 millones de habitantes

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Jugadores de Croacia festejan luego de clasificar por primera vez a la final de un Copa del Mundo. Foto: AFP

Por Gustavo Flores | Twitter: @Gusflores21

2018-07-13 12:00:06

Croacia nació como República hace menos de treinta años. Cuando el Mágico viajaba al Mundial 82 o Maradona le hacía su famoso doblete a los ingleses en el 86, los croatas ni soñaban con ser una selección mundialista, mucho menos llegar a una final. Sus cracks figuraban en la Yugoslavia que con serbios, bosnios, eslovenos, montenegrinos y macedonios se destacaban por un buen papel en distintas Copas del Mundo.

Croacia se independizó como República en octubre del 91 y recién en el 95 firmó la paz definitiva. Sí, hace casi nada, apenas 23 años. Y su deporte que durante décadas nutrió de talentos a otra representación pasó a ser definitivamente propios.

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Esta generación de los Modric, Rakitic, Perisic y Mandzukic tiene su antecedente en la llamada generación “de oro”, que en realidad fue de bronce en su primer mundial como Croacia, el de Francia 98, donde los Boban, los Prosinecki y, sobre todo, los Suker (hoy presidente de la Federación) empezaban a tener nombre propio fuerte en el mundo FIFA.

Es el deporte principal pero Croacia está lejos, muy lejos de ser solo fútbol. El baloncesto nutrió de cracks al mundo y llegó a lo más alto. Toni Kukoc, de recordado pasado en los Bulls de Jordan, y el eterno mago Drazen Petrovic (no alcanzó a defender los colores croatas por su temprano fallecimiento) fueron sus figuras más emblemáticas. Lo certifican la histórica medalla plateada en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 (derrota en la final ante el único y verdadero “Dream Team”) y el bronce en el Mundial de Canadá 94. Antes Kukoc había llevado al título mundial a Yugoslavia en Argentina 90.

Los jugadores de Croacia reaccionan después de que Oghenekaro Etebo de Nigeria anotó un gol en el partido de fútbol preliminar del Grupo D de la Copa Mundial de la FIFA 2018 entre Croacia y Nigeria en Kaliningrado.

El tenis de la mano de un gigante –y no solo en altura- como Marian Cilic está otra vez en la cúspide del mundo y llegó al tercer lugar del ranking este año. No es nuevo, Goran Ivanisevic fue 2 del mundo en 1994 e Ivan Ljubicic, 3 en 2006, además de líder de la Croacia campeona en 2005 de la Copa Davis (el mundial del tenis) torneo que, dicho sea de paso, apenas han podido ganar 15 países a lo largo de sus 118 años de historia.

En las tribunas de Rusia, casi no hay croatas sin gorrito de waterpolo gritando por su selección. El polo acuático causó una revolución en el país con los apodados “Barracudas” al ser campeón mundial en 2007 y 2017 y la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Su selección de balonmano es doble oro olímpico (Atlanta 1996 y Atenas 2004) y fue campeón del mundo en 2003. Vori y Dzomba son leyenda de este deporte tan ganador en tan pocos años.

En los Juegos Olímpicos ha participado en apenas 7 ediciones (la primera vez fue en Barcelona 92) y ya tiene 33 medallas, 11 de ellas de oro. También se suman las 11 que tiene en los Juegos de Invierno (4 oros) donde sus esquiadores suelen ser sensación. De 1920 a 1988 los croatas formaron parte de la delegación olímpica yugoslava. Eso es pasado. Hoy Sandra Perkovic es la reina mundial del lanzamiento del disco femenino y Sara Kolak, la monarca de la jabalina. Ambas fueron medallas doradas en los Juegos de Rio 2016 y festejaron con su bandera a cuadros, junto a la delegación croata que terminó 17 entre 206 países participantes en el medallero final.

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Estos éxitos deportivos cobran mayor dimensión porque Croacia tiene según el último censo poco más de 4 millones de habitantes, dos millones menos que El Salvador y casi un 3 por ciento de los 145 millones del anfitrión mundialista Rusia, a quien dejó afuera de los cuartos. En sus 54 mil kilómetros cuadrados se respira desarrollo e inversión en talentos. No hay secretos cuando el apoyo al deporte es claro y efectivo. Si un país con menos de 30 años de independencia y esa cantidad de habitantes lo puede hacer, todo es posible.

El favorito para la final del domingo es Francia, sí. Con Griezmann, con Pogba y sobre todo con Mbappé si se levanta inspirado. Sí.

Pero como no rendirse ante esta maravillosa República Deportiva de Croacia.