Los cuatro años de espera han terminado. Hoy puso primera Rusia 2018 y el mundo pasará a ser aún más redondo.
La primer “sacudida” fue un día antes del inicio. La increíble noticia llegada desde España, fútbol de primer mundo si los hay, y un oscuro trasfondo donde el negocio le volvió a ganar al juego. La secuela fue un cambio de entrenador a un día de iniciar el Mundial. Los millones del Madrid pudieron más que toda una Selección. ¿Resultado? España, de ser clara favorita a levantar la Copa pasa a ser hoy una incógnita.
El Mundial se abre con una fiesta donde la canción oficial será la de Nicky Jam, Will Smith y Era Istrefi. Algo más lejano a la cultura rusa no podría haber encontrado la FIFA. Maldita costumbre de menospreciar el arte local en este tipo de eventos.
Los pronósticos y los favoritos se vienen discutiendo hace un tiempo. En el primer escalón de candidatos aparecen tres equipos: Brasil, Alemania y ¿España? Por rendimiento, plantel y resultados le sacan varios cuerpos al resto de los equipos. Aunque en la mayoría de mundiales, “el candidato” no llega a los partidos decisivos.
Un par de escalones abajo se sitúan Argentina, arrastrada por el efecto Messi, y Francia, con un plantel envidiable en todas sus líneas. Y si hay un tercer escalón, se suman Bélgica, Uruguay, Portugal, la ‘calladita’ Inglaterra.
La pelota empieza a rodar en el Luznikhi, el maravilloso estadio que también albergará el último partido. En el medio de todas las estrellas, el árbitro Joel Aguilar Chicas será, otra vez, el único protagonista con acento salvadoreño en el Mundial junto a su asistente Juan Francisco Zumba.
La frase “Cerrado por Mundial” es del maravilloso escritor uruguayo Eduardo Galeano. Solía colgar ese rótulo en la puerta de su casa de Montevideo cada cuatro años. Hoy, en muchas casas del mundo, lo imitarán. Nada como disfrutar un buen Mundial.