FAS: pum pum fracaso

Los trigrillos decepcionaron a sus aficionados con la eliminación en cuartos de final ante el Audaz

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Por Sander Franco | Twitter: @sanderfranco

2018-05-10 10:41:14

No hay otra palabra. La notable temporada que realizó FAS en el torneo Clausura se fue a la basura en los cuartos de final. Muchos lo dábamos como uno de los equipos que estaría en la final del día 20. Ha sido el equipo mejor reforzado de los últimos torneos; sin embargo, ante los vicentinos, aquellos elementos que lo habían puesto como uno de los equipos favoritos a destronar al Alianza no aparecieron.

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Fracaso, además, porque los eliminó el Audaz. Con todo el respeto para los valientes vicentinos, no tienen la jerarquía de los equipos ya conocidos, que en un enfrentamiento de cuartos van en igualdad de condiciones, pero otro punto es que si acabas entre los primeros cuatro debe ser una obligación estar en las semifinales. Si bien es cierto FAS pudo liquidar tranquilamente en el primer tiempo la serie ante Audaz, sus errores en el segundo llevaron a una debacle impensable. Exceso de confianza, falta de efectividad, errores de defensa, cambios tardíos, se mezcló todo en una tarde amarga para Santa Ana.

Mientras, Cristiam Álvarez prefirió salir por la puerta trasera, en lugar de dar explicaciones o aceptar la crítica del periodismo, al cual le dedicó unas palabras cuando los tigrillos golearon 4-1 al Audaz (resultado engañoso), al cierre de la fase regular. FAS es el “Rey de Copas”, pero en diciembre próximo cumplirá 9 años sin levantar un título, su gente ya se cansó de “un nuevo rugir”, “ladrillo a ladrillo”, o cualquier frase motivacional en redes sociales, quieren resultados a corto plazo, se cansaron del atole con el dedo.

FAS tampoco pudo ganarle al Águila en el Clausura. Son 15 juegos de manera consecutiva que no pueden sumar tres puntos ante los emplumados.

Aunque el peor error ante tanta oscuridad sería pensar con la cabeza caliente, quizá unos ajustes defensivos fueran más justo, porque el resto los santanecos tienen cómo lavarse la cara y demostrar que lo del pasado domingo fue a lo mejor un accidente de esos que ocurren en el fútbol.