La sombra de los amaños volvió a aparecer en el fútbol nacional. Esa mala palabra que tanto daño le causó al deporte salvadoreño fue noticia en la última semana tras la denuncia de Audaz del intento de soborno para perder los compromisos que le quedan en el campeonato.
Pero no sólo es el intento lo que debe preocupar, sino la no erradicación de un tema que jamás fue abordado con la seriedad y severidad necesaria por parte de las autoridades y parte de la prensa con equipos y jugadores señalados en casos anteriores.
Seguro saldrán muchos diciendo que hubo castigos para jugadores que tuvieron que irse por la puerta de atrás de la selección nacional, pero quedó la duda y la sospecha de que pudo haber más involucrados, y además de declaraciones de algunos implicados que señalaron a equipos que participaron en esta práctica en torneos internacionales. De eso hay hasta publicaciones en libros y en notas periodísticas.
Nadie ignora que hubo equipos señalados en amaños en torneos internacionales que no contaron siquiera con una investigación, si se le puede llamar así a la que siguió con el caso de la Selección Nacional.
El caldo de cultivo siguió ante la suavidad de las autoridades con estos equipos que siguieron su vida en el fútbol nacional como si no pasó nada, pero que dejaron la puerta abierta a seguir con la “maña”.
Ahora aparece un equipo chico como Audaz que denunció de nuevo esa práctica, lo que viene a evidenciar que sigue en práctica, o que quedó la sensación de que en el país se puede seguir haciéndole daño a nuestro fútbol.
Es necesario una investigación seria, pero también urge que se mande un claro mensaje a los que pretenden dañar de nuevo a nuestro fútbol de que esta vez los castigos no sólo serán deportivos. Por el bien del fútbol