Santa Tecla y Alianza son los dos equipos que mejor están haciendo las cosas en el fútbol salvadoreño. Tanto administrativa como deportivamente. Quizás por eso, repetirán en este torneo el partido en el que todos quieren estar: la gran final del fútbol salvadoreño.
Los dos hicieron los méritos necesarios para estar en el juego decisivo. No han tenido mayormente problemas de impago, un mal lamentablemente frecuente en el fútbol salvadoreño, y tratan de apostar por las fuerzas básicas. Se trata de tener las cuentas ordenadas y de armar equipos competitivos. En eso le llevan alta ventaja a la mayoría del resto de los equipos.
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En el aspecto deportivo, demostraron ser los dos mejores del torneo. Águila fue el tercero en discordia, pero no estuvo a la altura en los play offs, donde apenas sacó dos empates y dos derrotas.
Alianza se reforzó desde aquella final perdida. Llegaron David Díaz de poca participación, Gustavo Guerreño y el colombiano Luis Hinestroza, quizás el que mejor despuntó en esta última parte del torneo. Sumó un técnico de jerarquía como el Zarco y fue el mejor de la fase regular sin discusiones, en base a rotaciones de jugadores y sistemas.
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Por el lado del Tecla, la base del campeón es la misma, con la vuelta del siempre rendidor Ricardinho y la llegada de Carlos Bueno, aunque con poco protagonismo por las lesiones. Claro, no estará el Loco Abreu, el gran protagonista de la última final. Pero con un equipo sólido y talentoso. La final está servida. A disfrutarla.