Bryan Tamacas sintió este miércoles como si debutara por segunda vez en su carrera como profesional. Dice que “le temblaba todo el cuerpo” al minuto 69 cuando el cuarto árbitro anunciaba su reingreso a los terrenos de juego con Santa Tecla, pero todo resultó en un milagro cuando marcó el gol que abría el camino a la victoria 2-0 sobre Independiente.
El lateral superó una rotura de ligamento de su rodilla izquierda, la cual tuvo que ser sometida a operación en septiembre pasado para ser reconstruida. Le tomó siete meses volver a pisar una cancha de fútbol y “el Búho” no tuvo otra reacción más que la de emocionarse tras marcar de forma épica en la noche de su “segundo debut” como jugador.
“Esta lesión no se la deseo a nadie, desde lo que te pasa, tanto física como mentalmente se sentís muy débil. Tenés miedo lo que vaya a volver a pasar, a que si vas a ser el mismo”, externó Tamacas en rueda de prensa, agradeciendo de paso a su familia y al técnico Osvaldo “el Pichi” Escudero por el apoyo y la confianza que le brindaron.
Tamacas también pasó meses muy duros porque su Santa Tecla no ganaba o no salía del fondo de la tabla, pese a que jugaba bien. “Yo lo sufría mucho porque quería esta como estuve ahora. Sabemos de esa puerta para dentro lo difícil que pasaba, muy tristes, caras largas cuando sabíamos que manejábamos el partido. Había partidos que jugábamos muy bien y nos atacaban una vez y nos hacían daño, y ahí íbamos cuesta arriba y no lográbamos concretar… No nos merecíamos estar allá abajo”.
Tamacas fue dado de alta este lunes pasado y desde entonces empezó la cuenta regresiva para su vuelta. “El doctor Carlos Campos me operó y siempre estuve en contacto con él, pendiente de mi rodilla. Me dio el visto bueno de que si hoy (miércoles) ingresaba, que lo hiciera de a poco, él me había dicho 10 minutos y el Pichi me metió antes (risas). Él me vio las ganas de jugar y pude aportar”.
Al borde de las lágrimas, Tamacas volvió al momento en que volvió a figurar en un partido de Primera División, ayudando a tumbar al imbatible Independiente.
“Lo más difícil quizás, es que tenía más nervio hoy al entrar a la cancha que cuando debuté. Fue más difícil cuando el profe levantó la pizarra para anunciar el cambio y se venía mi compañero, tenía unos nervios increíbles, me temblaba todo el cuerpo, tenía un miedo increíble, pero gracias a Dios la primera pelota, la primera jugada en la que tuve que ver, fue el gol y nada, eso me dio una emoción muy grande. Me pasaban muchos momentos por mi cabeza, por todo lo que viví, lo difícil que fue.. No se lo deseo a nadie (se corta)… Es muy difícil… Y nada, agradezco a Dios y a toda mi familia que estuvo presente”.