El futbolista sevillano del Real Madrid Sergio Ramos y la presentadora televisiva Pilar Rubio se han dado el “sí, quiero” esta tarde en la Catedral de Sevilla, un enlace al que han asistido destacados representantes del mundo del deporte español e internacional y del espectáculo.
La boda, oficiada por el deán de la archidiócesis de Sevilla, Francisco Ortiz, se ha celebrado con una hora y media de retraso sobre el horario previsto, cuando han terminado de llegar al templo los casi 500 invitados, que han ido desfilando ante la prensa y el público que se ha congregado para ver pasar a los invitados bajo un intenso calor.
Los primeros invitados comenzaron a llegar y se fueron agrupando en el patio de entrada a la Catedral, donde disfrutaron de una variedad de zumos servidos en una barra mientras iba llegando el resto. La llegada de invitados se prolongó hasta lo hizo la novia, con un traje blanco escotado y con brillos y un ramo de flores negras, que ha accedido al templo en un coche modelo Cádillac, saludó al público y a la prensa y posó para los fotógrafos.
Unos minutos antes, Sergio Ramos accedió a pie, ya que sólo la novia y los tres hijos de la pareja usaron vehículos a motor para llegar a la Catedral. El jugador lució una imagen distinta a los últimos partidos de fútbol con la selección, con el pelo y la barba recortados, sin soltar un momento el brazo de su madre, Paqui García.