Este jueves, en el centro deportivo de Valdebebas y antes de comenzar con la sesión de entrenamientos, Sergio Ramos mantuvo una reunión íntima con toda la plantilla a excepción del técnico francés, según reconoció el diario madrileño “As”.
“Estamos a una victoria de pasar en la Champions, dependemos de nosotros mismos y hay que darlo todo. Esto es el Real Madrid, señores: juntos, de peores hemos salido”, fue el mensaje que trató de inculcarles en la cabeza a sus compañeros, sabiendo que el duelo contra el Borussia Mönchengladbach que se disputará el próximo 9 de diciembre es trascendental.
En ese discurso revelado por el periódico español, también alzó la voz de Luka Modric, otro de los pesos pesados del plantel: “Tenemos que estar unidos y ganar los próximos partidos: podemos hacerlo”.
El Real Madrid está tercero en su grupo por detrás del Skakthar y el cuadro alemán y de no hacerse con la victoria podría quedar eliminado en fase de grupos, un hecho histórico para el cuadro blanco.
A su vez, el rendimiento en liga tampoco es el esperado al cosechar un empate y dos derrotas en sus últimas tres presentaciones. Para colmo, deberán enfrentarse al Sevilla y al Atlético de Madrid. Un total de tres enfrentamientos en una semana que pueden marcar el futuro, tanto del equipo como el de Zidane en particular.
Sergio Ramos se ejercitó fuera del grupo pero en una sesión intensa de físico y trabajo con balón, que confirmaría que no está descartado para jugar ante el Sevilla, aunque el objetivo marcado junto al cuerpo técnico es la ‘final’ del miércoles ante el Borussia Mönchengladbach.
La decisión final sobre el regreso del capitán se tomará el viernes, según informó la agencia “EFE”. El central pasará la prueba definitiva en una sesión vespertina en la Ciudad Real Madrid y en función de sus sensaciones, tomará junto a Zinedine Zidane una decisión.