Nació para ser un loco, el fútbol es su trabajo, pero “estado mental” hace de este oficio uno muy especial. Sebastián “Loco” Abreu se mandó la última puntada de su excéntrica carrera como futbolista. El uruguayo, ex Santa Tecla FC, fue protagonista, el menos mediático, del equipo donde dirige y juega, el Boston River de la primera división de Uruguay.
La liga uruguaya volvió a la acción tras varios meses por el parón pandémico, y las locuras de Sebastián Abreu estuvieron a la orden del día. Ya de por sí fue una jornada atípica, porque la mayoría de partidos se disputaron bajo una espesa neblina, pero las sorpresas apenas empezaban.
En el duelo entre Boston River y Montevideo Wanderers, el “Loco” Abreu decidió darse ingreso para buscar empatar un partido que el “Verdirrojo” perdía por 0-1 como local. En el minuto 62 de juego, Abreu le dijo a su jugador Robert Flores Bistolfi, “Vo, haceme espacio”, y la insólita sustitución se dio.
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Pero la jugada no le salió del todo bien a Sebastián Abreu, quien no logró su cometido de empatar para la causa del club que dirige, y lejos de eso, una contra mortal bien organizada de Wanderers provocó la derrota final de 0-2 para Boston.
Esto es algo que se ve muy poco en la élite del fútbol. Lo hecho por Abreu nos hace recordar que muy pocos entrenadores-futbolistas lograron semejante capricho, ese que les permitiera luego de dirigir una cantidad determinada de minutos en un juego, buscar disputar unos minutos del mismo. Claudio Pérez, compatriota y auxiliar de Abreu, terminó dirigiendo el encuentro.
Ryan Giggs es uno de esos pocos futbolistas quien se dio semejante lujo. Fue en aquella campaña de Premier League donde el galés se dirigió y se hizo ingresar ante el Hull City en su último juego como entrenador interino del United al término de la campaña 13-14.
El antiguo extremo izquierdo se mandó una asistencia para uno de los tres goles del Manchester United e incluso estuvo en ese mismo juego a punto de anotar de tiro libre; pero el arquero Allan McGregor evitó una noche aún más especial para Giggs.
Otros entrenadores-futbolistas, es decir, ejerciendo el doble rol como el “Loco” Abreu fueron Paul Gascoigne (Boston United, 2004), Dennis Wise (Millwall 2003-05), Attilio Lombardo (Crystal Palace, 1998), Gianluca Vialli (Chelsea 1996-1999), Ruud Gullit (Chelsea 1996-98), Glenn Hoddle (Swindon, 1991-1993, Chelsea, 1993-1995), Steve Gritt y Alan Curbishley (Charlton, 1991-1995) y Graeme Souness (Rangers, 1986-91), por mencionar algunos.
Lo curioso es que hasta donde se recuerda, ninguno de estos se dio ingreso en el mismo partido dirigido. Todos ellos, salvo Giggs, o salían de titulares o terminaban la faena como entrenadores para un cotejo.
Volviendo a Uruguay, puede que Boston River esté dolido por la derrota, pero no hay duda de que Sebastián Abreu sigue inventando cada cosa; por esta ocasión, no le salió la jugada.
Mira esos minutos insólitos del charrúa con Boston River; campera y largos afuera, adentro los cortos y las espinilleras, había que saborear de nuevo el estar en el área: